Bangkok crea un espacio verde tras gran contaminación el la capital
El Gobierno designó el sitio de la fábrica de tabaco como zona verde a principios de la década de 1990, y poco después se inauguró la primera sección de Benjakitti
Prosperan árboles y humedales en el Parque Benjakitti de Bangkok, donde antes un gran complejo fabricaba cigarros.
Por Richard C. Paddock/ The New York Times
BANGKOK — Durante más de medio siglo, el monopolio paraestatal del tabaco de Tailandia produjo cigarros en masa en un extenso polígono industrial en Bangkok. Camiones pesados llevaban tabaco crudo al corazón de la Ciudad y se llevaban millones de cigarros.
Pero ahora, ese sitio cancerígeno ha dado paso a algo diferente: un espacio verde que ha traído una bocanada de aire fresco al congestionado y a menudo contaminado centro de Bangkok.
La transformación ha sido un éxito sorprendente, creando un oasis de 41 hectáreas para los habitantes de la Ciudad. El sitio —una ampliación del Parque Benjakitti existente— incluye una pasarela elevada de 1.6 kilómetros de largo, así como humedales purificadores de agua, 8 mil árboles nuevos, canchas de pickleball y basquetbol, y una zona para pasear perros.
El Skywalk, como se conoce a la pasarela, se ha vuelto particularmente popular entre los jóvenes. Al atardecer, cuando amaina el calor del día, suele estar lleno de visitantes.
La nueva sección del parque se inauguró oficialmente en agosto del 2022, para honrar el 90 cumpleaños de la Reina Sirikit, la reina madre de Tailandia.
Es inusual que una gran ciudad agregue extensiones significativas de nuevos parques, particularmente en el densamente poblado sudeste asiático. La ampliación de 20 millones de dólares es casi el doble del tamaño del parque original, que cuenta con un lago y un popular sendero para correr.
Bangkok, que tiene 11 millones de habitantes, necesita más lugares como este. Un reporte del 2022 encontró que la Ciudad no alcanzaba el estándar mínimo de la Organización Mundial de la Salud de 9 metros cuadrados de espacios verdes por persona en áreas urbanas.
Benjakitti está rodeado de rascacielos. Está a sólo unas cuadras de la Avenida Sukhumvit, una de las vías más congestionadas de la Ciudad. Los gases de escape de los vehículos llenan el aire a lo largo de Sukhumvit mientras los peatones transitan por las concurridas aceras.
El Gobierno designó el sitio de la fábrica de tabaco como zona verde a principios de la década de 1990, y poco después se inauguró la primera sección de Benjakitti. Pero pasó más de un cuarto de siglo antes de que la paraestatal, conocida entonces como Monopolio del Tabaco de Tailandia, entregara todo el sitio. Prayuth Chan-ocha, el Jefe del Ejército que tomó el poder en un golpe de estado en el 2014 y se convirtió en Primer Ministro, se interesó personalmente en la expansión del parque, incluso cuando reprimió las protestas a favor de la democracia.
Bangkok, que limita con el Golfo de Tailandia, fue construida sobre un terreno pantanoso. Esta ciudad propensa a inundaciones alguna vez tuvo tantos canales que los europeos la llamaron la Venecia del Este.
Un canal maloliente, el Khlong Phaisingto, contaminado con aguas residuales, fue aprovechado como fuente de agua para los humedales del nuevo parque. El agua se bombea desde el canal hacia una serie de piscinas y canales, donde la luz del sol y la vegetación ayudan a limpiarla.
Los olores se disipan mucho antes de que llegue el agua a los estanques principales de los humedales, llenos de lotos y otras plantas acuáticas.
“La naturaleza se autoequilibra”, dijo Chatchanin mientras caminaba por el parque. “No esperábamos que funcionara tan bien”.
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