Boone Hogg y Logan Jugler, amigos aficionados a los palos de madera

Desde que comenzaron Reseñas Oficiales de Palos, Hogg y Jugler dijeron haberse sorprendido de encontrar tantos aficionados apasionados por los trozos de ramas caídas

Logan Jugler (ext. izq.) y Boone Hogg crearon Reseñas Oficiales de Palos en Instagram.

mar 14 de mayo de 2024 a las 17:12

Por Steven Kurutz/ The New York Times

La Nación de Palos nació el verano pasado, durante un recorrido de senderismo al Parque Nacional de los Arcos en Utah.

Boone Hogg, Logan Jugler y algunos amigos contaban chistes mientras caminaban hacia el Arco Delicado. De sus tonterías surgió la idea de reseñar un palo como si se tratara de una escultura o una antigüedad valiosa.

Más tarde, Hogg, de 30 años, sacó su teléfono y grabó un video de Jugler, también de 30 años, mientras éste reflexionaba sobre las cualidades de un palo que había recogido del suelo. Parecía más interesante que los palos cercanos —para empezar, tenía la forma aproximada de una pistola— y Jugler descubrió que, para su sorpresa, tenía mucho que decir al respecto.

“Estaba realmente desgastado, y se sentía muy bien en la mano”, recordó Jugler. “Tenía un buen punto de gatillo para tu dedo. Creo que le di un 7 de 10”.

En cualquier otra época, la idea de sopesar las cualidades estéticas de los palos podría haber quedado atrás en el campo. En lugar de ello, Hogg y Jugler crearon Reseñas Oficiales de Palos en Instagram.

La cuenta, que se promociona como “el referente en Internet para reseñas de palos”, rápidamente atrajo 40 mil seguidores, muchos de los cuales ofrecen comentarios sobre los palos en discusión. (La cuenta ahora tiene unos 355 mil seguidores).

Hogg administra las cuentas de redes sociales (también hay un TikTok), mientras que Jugler se ocupa del contenido. A él se le ocurrió la idea del Palo del Mes, seleccionado normalmente por los dos a partir de los candidatos que les envían los usuarios. El ganador de febrero, curvo en un extremo, parecía algo que un personaje de “El Hobbit” podría llevar como bastón.

Han ideado diversas métricas para juzgar un palo, incluyendo tamaño, forma, color y textura. Un palo particularmente grande obtuvo apenas una calificación de 5 sobre 10 porque “podría cruzar la raya al territorio de los troncos”, dijo un comentarista.

Una discusión ligeramente polémica abordó cómo juzgar la belleza de un palo natural contra uno que ha sido cortado o modificado por manos humanas. Como resultado, Reseñas Oficiales de Palos ha establecido categorías separadas para cada uno.

Lo que comenzó como un chiste del campo se ha transformado en algo un poco menos frívolo. El acto de encontrar, manipular y apreciar un buen palo parece hablarle al niño de 5 años que llevamos adentro.

En los aproximadamente siete meses desde que comenzaron Reseñas Oficiales de Palos, Hogg, que trabaja en mercadotecnia, y Jugler, un asistente médico, dijeron haberse sorprendido de encontrar tantos aficionados apasionados por los trozos de ramas caídas. Un comentarista compartió que heredó el preciado palo de su madre después de su muerte.

“Hemos facilitado este terreno común que tiene la gente”, dijo Hogg. “No hay que perder mucho piso al respecto, porque sólo son palos”.

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