¿Tiene género la cristalería de coctel?
Los cantineros dicen que muchos hombres parecen tan comprometidos como siempre a beber de vasos “varoniles”.
En Rocco’s Sports & Recreation en Nueva York, los cocteles vienen en una variedad de cristalería.
Por Becky Hughes / The New York Times
En una reciente fiesta de trabajo en la ciudad de Nueva York, Brady Dunayer, un analista de 28 años, corrió al bar para pedir una bebida. Quedó sorprendido por lo que recibió: su coctel a base de whisky fue servido en un vaso con tallo y adornado con una flor.
La presentación, pensó, fue “un poco inesperada” para una bebida de whisky. Entonces, para su siguiente ronda, pidió el mismo coctel, pero le dijo al cantinero: “Elimina la flor y dame un vaso rocks”, es decir, un vaso sin tallo.
Hay muchas razones por las que un cantinero servirá un coctel en un tipo particular de copa, entre ellas la dilución y la aireación. “Al tipo de finanzas de treintaitantos años no le importa eso”, dijo Kyle Kuhl, cantinero titular en Rocco’s Sports & Recreation en Manhattan.
Si bien los esfuerzos por desafiar el binario de género son evidentes en la forma en que hablamos, nos vestimos para el trabajo y nos maquillamos, una visita a un bar de cocteles podría transportarlo a uno a la década de 1950. Los cantineros dicen que muchos hombres parecen tan comprometidos como siempre a beber de vasos “varoniles”.
“Es un chiste en la industria que tendemos a estereotipar a las personas con base en sus preferencias en materia de cristalería”, dijo Kaslyn Bos, de 30 años, cantinera en Donna, en Manhattan. En Donna, las bebidas son coloridas y a menudo se sirven en “vasos torneados”, dijo.
Bos ha recibido solicitudes —sólo de hombres— de transferir un coctel de un vaso a otro.
Kuhl ha notado que más imágenes de cristalería aparecen en los menús desde la pandemia. “Cada vez más bares de cocteles se están inclinando a esto para mitigar la sorpresa”, dijo.
En su libro del 2019, “Alquimia: El sorprendente poder de las ideas que no tienen sentido”, el ejecutivo de publicidad Rory Sutherland escribió: “Hace unos años, descubrimos que los hombres se mostraban reacios a pedir un coctel en un bar —en parte porque no sabían de antemano en qué vaso se serviría”. La solución, encontró Sutherland, “fue poner ilustraciones o fotografías de las bebidas en el menú”.
En un vídeo con más de 2.4 millones de visitas en TikTok, Max Klymenko, que también trabaja en publicidad, presentó esa revelación en “Alchemy” a un nuevo público. La conversación en los comentarios confirmó en gran medida los hallazgos del libro: una respuesta, de un cantinero, decía: “He visto a hombres perder los estribos por un popote”.
Jake Webster, un joven de 24 años que trabaja en finanzas, solía sucumbir al deseo de un vaso sin tallo. Pero ahora, dijo Webster, su bebida preferida es un Cosmopolitan, servido directamente en un vaso en forma de V. “Estamos en el 2023”, dijo. “¿A quién le importa?”.
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