La diplomática refirió que la lucha contra el cambio climático, derechos humanos, migración y la educación son temas de prioridad para Alemania
Daniela Klette, una fugitiva del Ejército Rojo que estuvo escondida a plena vista
Un fotógrafo a través de un software de reconocimiento facial identificó a la mujer que estuvo prófuga por 30 años y que se hacía llamar Claudia Ivone
El 27 de febrero, agentes de policía regresaron al edificio de Berlín donde Daniela Klette fue arrestada un día antes.
jue 7 de marzo de 2024 a las 18:5
Por Erika Solomon y Christopher F. Schuetze / The New York Times
A las autoridades les llevó más de 30 años dar con una de las fugitivas más buscadas de Alemania. A Michael Colborne, un periodista que pasaba fotografías antiguas a través de un servicio de reconocimiento facial, le llevó unos 30 minutos.
A petición de un dúo de podcasters alemanes, se le había solicitado que buscara coincidencias con las fotografías de hace décadas de Daniela Klette, miembro del grupo militante de izquierda Facción del Ejército Rojo, el grupo terrorista de postguerra más tristemente célebre de Alemania, conocido como la pandilla Baader-Meinhof.
En lugar de ello, el software de reconocimiento facial que utilizó puso la mira en una mujer llamada Claudia Ivone. En una imagen, posó con su grupo local de capoeira mientras agitaban los brazos. Otra la mostraba arrojando pétalos de flores con una sociedad afrobrasileña en un festival callejero local.
Él se había topado con un alias que Klette tenía años de estar usando mientras se escondía a plena vista en la capital alemana.
La policía germana anunció el 27 de febrero que había capturado a Klette, de ahora 65 años, pregonando su arresto como una “obra maestra”. Algunos periodistas alemanes tuvieron una interpretación diferente de los acontecimientos.
“¿Cuál fue su éxito?”, preguntó un periodista, retando a los funcionarios en una conferencia de prensa. “¿Escuchar un podcast?”.
Todavía no está claro si los hallazgos de Colborne para el podcast Legion realmente llevaron a que la policía descubriera a Klette. La policía dice que fue ubicada gracias a una pista en noviembre, aproximadamente al mismo tiempo que Colborne, de 42 años, y Legion estaban investigando.
Planteó una perspectiva incómoda: que Colborne, un periodista canadiense que trabaja para el sitio web de investigación Bellingcat, hubiera identificado con relativa facilidad a una fugitiva que había eludido a la policía alemana utilizando PimEyes y AWS Rekognition, dos programas disponibles públicamente.
“Alguien como yo, que no habla alemán, que no sabe mucho más allá de los antecedentes básicos de Daniela Klette —¿Por qué pude encontrar una pista así en literalmente 30 minutos?”, dijo Colborne. “Hay cientos de extremistas de extrema derecha alemanes con órdenes de arresto. Si puedo encontrar a alguien que ha estado prófuga durante 30 años, ¿por qué no pueden las autoridades alemanas encontrar a algunas de estas otras personas buscadas?”.
Peter Neumann, profesor alemán de estudios de seguridad en el King’s College de Londres, dijo que la policía alemana obstaculiza su propia capacidad para luchar contra el crimen mediante leyes demasiado estrictas. Dijo que la policía no puede grabar conversaciones entre miembros del crimen organizado, por ejemplo, si están sentados junto a alguien en un restaurante teniendo una conversación inocente que también sería escuchada.
Otro problema, dijo, es que Alemania ha estado batallando y fracasando durante años para digitalizar un Gobierno que ha permanecido obstinadamente unido al correo en papel.
“Ni siquiera están pensando necesariamente en términos de la presencia de personas en el espacio virtual”, dijo. “Los extremistas de derecha, pero también los yihadistas, están operando en espacios en línea en foros de mensajería —en lugares donde las autoridades alemanas no lo considerarían reales. Pero definitivamente son reales”.
Durante su tiempo en la clandestinidad, dice la policía, Klette y dos cómplices, Ernst-Volker Staub y Burkhard Garweg, que también son buscados en relación con actividades de la Facción del Ejército Rojo, cometieron al menos 13 robos violentos, con lo que ganaron alrededor de 2 millones de dólares.
La policía sigue buscando a Staub y Garweg.
El 28 de febrero, después de encontrar una granada de mano en su casa, la policía evacuó el anodino edificio de renta controlada. Al día siguiente, descubrieron un lanzagranadas y una ametralladora Kalashnikov.
© 2024 The New York Times Company
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