Descubren rocas espaciales con origen misterioso
Una red de cámaras rastreó la roca entrante, 2024 BX1, mientras caía cerca de Ribbeck, un pueblo en las afueras de Berlín
Un meteorito que cayó cerca de Berlín el 21 de enero era una aubrita poco común.
Por Jonathan O’callaghan /The New York Times
Los científicos han encontrado fragmentos de un meteorito que cayó cerca de Berlín poco después de la medianoche del 21 de enero. Es un hallazgo inusitado, de un asteroide identificado justo antes de entrar en la atmósfera de la Tierra. Sólo un puñado de eventos de este tipo ha permitido a los astrónomos rastrear el origen en el sistema solar de una roca entrante.
Los primeros análisis de los fragmentos han mostrado algo igualmente raro. El meteorito es una aubrita, una clase con origen desconocido y que constituye sólo 80 de los aproximadamente 70 mil meteoritos recolectados en la Tierra antes del evento reciente.
“Es realmente emocionante”, dijo Sara Russell, experta en meteoritos en el Museo de Historia Natural de Londres. “Hay muy, muy pocas aubritas”.
El asteroide que se convirtió en meteorito (o más bien en fragmentos de meteorito) fue detectado inicialmente por Krisztián Sárneczky, un astrónomo húngaro, tres horas antes de que chocara contra la atmósfera terrestre. Una red de cámaras rastreó la roca entrante, 2024 BX1, mientras caía cerca de Ribbeck, un pueblo en las afueras de Berlín.
Las estimaciones sugieren que la roca era pequeña, de menos de un metro. Comoquiera produjo un destello brillante captado por las cámaras en muchas partes de Europa.
Tan pronto como se enteró de la caída del meteorito, Peter Jenniskens, astrónomo del Instituto SETI de California, compró un boleto de avión. Él y casi dos docenas de estudiantes y voluntarios recorrieron los campos alrededor de Ribbeck y encontraron más de 20 fragmentos de meteorito.
Los investigadores del Museo de Historia Natural de Berlín analizaron los minerales en los fragmentos. Las rocas parecían ser aubritas. Era la primera vez que se recogían meteoritos de este tipo en una caída rastreada.
La fuente de las aubritas, que llevan el nombre de la ciudad francesa de Aubres cerca de donde fueron encontradas por primera vez, sigue siendo un misterio, ya que su composición no coincide con otras fuentes conocidas de meteoritos en el sistema solar. Algunas investigaciones han sugerido que son fragmentos de Mercurio, pero no todos los científicos apoyan esa historia de origen.
Si las aubritas provinieran directamente de Mercurio, 2024 BX1 debería haberse originado en el sistema solar interior. Sin embargo, al rastrear su trayectoria, parece que la órbita inicial del asteroide era mucho más amplia y estaba fuera de la órbita de la Tierra.
“Por lo tanto, este objeto no podría haber llegado a nosotros directamente desde Mercurio”, dijo Marc Fries, científico planetario del Centro Espacial Johnson de la NASA, en Houston.
Cualquiera que sea su origen, los fragmentos de 2024 BX1 resultarán científicamente fascinantes.
“Estoy segura de que será una prioridad descubrir cuál es su composición y cómo se compara con otros meteoritos”, dijo Russell.
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