Gobierno de Nicolás Maduro obstaculiza voto de venezolanos en el extranjero
Cientos de venezolanos en Madrid ven frustrados sus intentos de registrarse para votar, enfrentando restricciones impuestas por gobierno de Maduro
Venezolanos dijeron esperar horas en el Consulado de Venezuela en Madrid sin poder registrarse para votar.
Por Genevieve Glatsky/The New York Times
BOGOTÁ, Colombia — La fila afuera del Consulado de Venezuela en Madrid se extendía por toda la cuadra. Mujeres embarazadas, familias, personas mayores y personas con discapacidades llegaron a las 4:00 horas —cinco horas antes de que abriera la oficina— tratando de registrarse para votar en las elecciones de Venezuela.
Adriana Rodríguez, de 47 años, quien salió de Venezuela en el 2018, se presentó a las 8:00 horas, dos días seguidos. En ambas ocasiones esperó cuatro horas y la rechazaron, dijo, siempre con la misma explicación: “Ya no podían registrar a más personas”.
En vista de que Nicolás Maduro, el Presidente autoritario de Venezuela, va muy rezagado en las encuestas previas a la votación del 28 de julio, el Gobierno ha hecho que registrarse para votar sea casi imposible para los venezolanos en el extranjero.
Las tácticas equivalen a un fraude electoral generalizado, dicen los expertos electorales, ya que hasta el 25 por ciento de los electores elegibles vive en el extranjero, y un gran número probablemente no votaría por Maduro. Entre 3.5 y 5.5 millones de venezolanos con derecho a votar viven fuera del País, de un electorado total de 21 millones de personas. Sólo unas 69 mil están registradas para votar.
“Están privando a la gente de sus derechos a propósito”, dijo Fernanda Buril, subdirectora de la Fundación Internacional para Sistemas Electorales, un grupo del área de Washington que promueve la democracia.
En los consulados en diversos países, cientos de ciudadanos esperan día tras día en largas filas, enfrentando retrasos inexplicables, instrucciones confusas y requisitos inesperados, se reportó en Argentina, Chile, Colombia y España.
Rodríguez, una diseñadora de interiores que dijo que se sintió “obligada” a dejar Venezuela después de que la creciente represión y una economía en picada hicieran “nada viable” el futuro allí, describió la intensa ira y frustración cuando las personas que esperaban registrarse para votar eran rechazadas por funcionarios consulares. “Sientes que le estás fallando a tu País”, dijo, agregando que quería emitir un voto por la Oposición.
En algunos casos, dijeron expertos electorales, el Gobierno venezolano está aplicando estrictamente las reglas existentes. La táctica más común, dijeron, es el uso de una ley que exige que los ciudadanos en el extranjero posean “permanencia legal” en el país donde viven para poder votar.
En Colombia, aproximadamente 2 millones de venezolanos tienen estatus de protección temporal como parte del esfuerzo colombiano para legalizar a casi todos los venezolanos en el País. Pero Venezuela no acepta ese estatus como prueba de residencia.
El Gobierno acordó celebrar elecciones libres y justas bajo presión de EU y a cambio de un alivio de las aplastantes sanciones estadounidenses. Pero los críticos dicen que el Gobierno de Maduro ha puesto obstáculos para intentar impedir una votación creíble.
Los ciudadanos en el exterior deberían poder registrarse durante todo el año en cualquier Embajada o Consulado si cuentan con una credencial de identidad venezolana, incluso si está vencida. Pero el Gobierno ha permitido el registro sólo en periodos limitados. Designó un período de 29 días entre marzo y abril. Pero incluso eso se vio truncado en varios lugares por problemas. Durante la ventana, sólo 508 venezolanos lograron registrarse, reportó Votoscopio, un grupo de seguimiento electoral.
En países que han roto relaciones diplomáticas con el Gobierno de Maduro, como EU, los venezolanos no tienen forma de registrarse para votar.
Las nuevas reglas también requieren que los solicitantes presenten un pasaporte venezolano válido, un documento que puede costar más de 300 dólares.
Eso es un tercio del salario mensual de Dayana Hernández como recepcionista en un consultorio dental en España. Hernández, de 40 años, abandonó Venezuela en el 2018 después de que los crecientes problemas económicos dificultaron el acceso a atención para su hijo autista. Culpó de la situación al Gobierno de Maduro, a quien esperaba sacar del poder mediante la votación.
No poder registrarse para votar la dejó sintiéndose “devastada e impotente”, dijo.
José Bautista, Pascale Bonnefoy e Isayen Herrera contribuyeron con reportes.
© 2024 The New York Times Company