Gobiernos impulsan fabricación
de chips en Japón
Los planes de Japón para desarrollar la industria de chips y la cadena de suministro requerirán decenas de miles de millones de dólares en inversiones públicas y privadas adicionales.
La planta en Kikuyo, Japón de Taiwan Semiconductor Manufacturing Company.
Por Meaghan Tobin, Hisako Ueno y John Liu/ The New York Times
KIKUYO, Japón — Taiwan Semiconductor Manufacturing Company está transformando el pequeño pueblo agrícola japonés de Kikuyo en un nodo clave en la cadena de suministro de chips de Asia.
TSMC, como se conoce a la empresa, domina el negocio mundial de los semiconductores. En su sede en Taiwán, TSMC yace al centro de una red de fábricas, proveedores y empresas de ingeniería. Ahora esa misma infraestructura, respaldada por miles de millones de dólares del Gobierno nipón, se está construyendo a unos mil 200 kilómetros de distancia, en los pastos y campos de coles de Kikuyo, en el suroeste de Japón.
En febrero, TSMC abrió una fábrica de chips en una colina dominando a Kikuyo. Era su primera afuera de Taiwán desde el 2018. La población extranjera de Kikuyo se ha duplicado en el último año.
El poblado de fabricación de alta tecnología en construcción en Kikuyo es prueba de la revuelta en el negocio de los semiconductores. Durante años, la cadena de suministro de los diminutos chips al interior de los teléfonos inteligentes, autos y aviones de combate dependió en gran medida de unas pocas fábricas en Taiwán, que China reclama como parte de su territorio. Luego, la pandemia de Covid-19, la postura cada vez más hostil de Beijing hacia Taiwán y un desabasto mundial de chips expusieron los riesgos de una producción tan concentrada.
En respuesta, los gobiernos se han comprometido a gastar miles de millones de dólares para llevar la fabricación de chips a sus costas. En los últimos cuatro años, TSMC se ha comprometido a construir nuevas fábricas en Estados Unidos, Japón y Alemania.
Japón, que alguna vez fue una potencia en la fabricación de chips, ha comprometido 26 mil millones de dólares para reactivar la industria, con énfasis en los chips utilizados en los automóviles. Aproximadamente un tercio de ese dinero se destinó a las operaciones de TSMC. Los planes de Japón para desarrollar la industria de chips y la cadena de suministro requerirán decenas de miles de millones de dólares en inversiones públicas y privadas adicionales. Las empresas necesitarán una oleada de trabajadores con las habilidades adecuadas y necesitarán vivienda.
En los últimos meses, miles de trabajadores trabajaron las 24 horas en Kikuyo para construir la fábrica de TSMC y preparar las máquinas para fabricar chips.
Sony, que tiene más de 20 años fabricando en Kikuyo, ayudó a los funcionarios locales a atraer a TSMC allí, dijo Takatoshi Yoshimoto, el Alcalde del poblado.
TSMC trajo hasta 400 trabajadores de Taiwán y paga salarios que son aproximadamente 30 por ciento más altos que los de otros trabajos manufactureros en el área, llevando a otras empresas a aumentar los salarios.
Garantizar un suministro de trabajadores calificados también es una preocupación para TSMC en Japón. Para poner en marcha la fábrica, algunos ingenieros japoneses de Sony fueron transferidos temporalmente a TSMC y enviados a Taiwán para recibir capacitación. La escuela técnica local en Kumamoto ha intensificado los cursos de ingeniería eléctrica y TSMC ha contratado a 17 de sus graduados.
En una noche reciente, en un salón de banquetes con paneles de tatami en Kumamoto, una ciudad a 15 kilómetros de la nueva fábrica de TSMC, inversionistas visitantes de Taiwán intercambiaron regalos con sus anfitriones, una cámara de comercio local. Se repartieron botellas de cerveza Kirin, pequeños vasos de sake, camisetas y llaveros y se colocaron platos de sushi frente a cada persona.
“Por todo el dinero que vamos a ganar”, fue el brindis final.
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