Goo Hara, estrella del K-Pop, vivió estrés y aislamiento
El mundo del K-pop, la presión comienza temprano. Muchos jóvenes reclutas son aislados de sus familias y privados de la socialización que es esencial para la adolescencia
La sobrina y el perro de Goo Hara en la casa de su hermano. Al fondo, una foto de Goo, quien se suicidó.
Por Motoko Rich
y John Yoon/ The New York Times
SEÚL — La estrella del K-pop lucía absolutamente agotada. Con el rostro limpio de maquillaje, Goo Hara, una de los artistas musicales más populares de Corea del Sur, miró a la cámara durante una transmisión en vivo vía Instagram desde una habitación de hotel en Japón. Con voz apagada, leyó preguntas de fans que miraban desde todo el mundo.
“¿Vas a trabajar, peleando?”, preguntó uno. En un inglés entrecortado, ella dio una respuesta lastimera: “Mi vida siempre es tanto pelear”.
Cuando se metió en la cama al final de la transmisión en vivo en noviembre del 2019, había llegado a un punto bajo después de toda una vida de lucha. Cuando era niña, sus padres la abandonaron. Su padre en un momento dado intentó suicidarse. Después de un entrenamiento agotador, debutó en un grupo de K-pop a los 17 años, joven incluso para los estándares de la máquina productora de éxitos coreana.
Con el grupo Kara encontró fama internacional y Goo se convirtió en una presencia habitual en la televisión coreana, conduciendo con el tiempo su propia serie de realidad.
Pero con la celebridad vinieron ataques voraces en las redes sociales por parte de un público coreano que critica a las estrellas tan rápidamente como las adula. Después de una sórdida pelea legal con un ex novio, el acoso no hizo más que intensificarse, mientras los comentaristas criticaban su apariencia, su personalidad y su vida sexual.
El 23 de noviembre del 2019, menos de una semana después de su aparición en Instagram, publicó una foto de sí misma arropada en la cama, con la leyenda “Buenas noches”. Al día siguiente, fue encontrada muerta en su casa en Seúl.
El suicidio de Goo, a los 28 años, conmocionó a los surcoreanos. Pero fue sólo uno de varios entre artistas jóvenes coreanos en los últimos años. Semanas antes de la muerte de Goo, una de sus mejores amigas, una compañera estrella del K-pop conocida como Sulli, de 25 años, también se quitó la vida. Y el año pasado, dos artistas —Jung Chae-yull, de 26 años, una actriz en el umbral de una carrera prometedora, y Moonbin, de 25 años, miembro de la banda de K-pop ASTRO, fueron encontrados muertos con unos días de diferencia.
Las muertes han expuesto un lado más oscuro de la industria del entretenimiento de Corea del Sur, un gigante cultural cuyas demandas aplastantes a menudo recaen sobre los artistas que alimentan una línea de ensamblado insaciable de grupos pop y series para streaming.
La industria representa una versión extrema de una sociedad surcoreana agobiada por presiones educativas, económicas y de otra índole. El País tiene la tasa de suicidio más alta entre las naciones más ricas del mundo, con la brecha especialmente marcada entre las mujeres.
En el mundo del K-pop, la presión comienza temprano. Muchos jóvenes reclutas son aislados de sus familias y privados de la socialización que es esencial para la adolescencia. A menudo se les dice lo que pueden y no pueden hacer en público —hasta qué pueden comer, si pueden tener citas y cómo pueden interactuar con los demás.
Reconociendo las fuertes presiones, Hybe, la agencia que representa actos tremendamente populares como BTS y NewJeans, permite a quienes están en entrenamiento tomar descansos prolongados por salud mental y, a principios de este año, anunció el primer psiquiatra interno de la industria.
Es imposible saber si medidas así podrían haber ayudado a Goo. Antes de morir, ya había intentado suicidarse al menos una vez. Además del acoso en línea y los problemas con su ex novio, estaba teniendo dificultades como solista para replicar el éxito vertiginoso que había disfrutado con Kara, que se disolvió en el 2016.
“Su trabajo como estrella del K-pop obtuvo mucho amor y atención por parte de los fans”, dijo Goo Ho-in, el hermano mayor de Goo, en una entrevista en Seúl. Pero una vez que se volvió solista, “trabajaba cada vez menos y pasaba cada vez más tiempo sola en casa. Así que recibió cada vez menos amor y atención de otras personas y batallaba porque es alguien que necesita mucho amor y atención”.
Dijo que prácticamente había hecho las paces con su muerte. “Decidí que si murió porque no había nada más que pudiera hacer, y esa elección la haría sentirse cómoda, “entonces respetaría su elección”, afirmó.
Para los fans, el recuerdo de Goo perdura. En una ceremonia de premios de K-pop en Osaka, Japón, su antigua banda, Kara, se reunió para debutar un nuevo sencillo. Dos asistentes al concierto tenían abanicos impresos con los rostros de las integrantes del grupo, incluyendo a Goo.
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