Iglesia se convierte en viviendas de bajo costo para crear ingresos y mantenerla
Los líderes religiosos dijeron que esperaban ayudar con los crecientes problemas de vivienda y personas sin hogar que eran más agudos en California
“Es difícil encontrar vivienda”, dijo Victor Cyrus-Franklin, de la Primera Iglesia Metodista Unida de Inglewood.
Por Conor Dougherty / The New Tork Times
LOS ÁNGELES — Al pasar junto a bancas vacías, el reverendo Victor Cyrus-Franklin, pastor de la Primera Iglesia Metodista Unida de Inglewood, California, habló sobre cómo los precios de la vivienda estaban amenazando a su rebaño. Los feligreses se estaban viendo expulsados del vecindario por los precios, dijo. Muchos de los que permanecían estaban demasiado agobiados por la renta como para donar a la iglesia.
Mientras Cyrus-Franklin hablaba, un hombre de 78 años llamado Bill Dorsey estaba a unos metros de distancia en un pasillo al aire libre, entre lonas y montones de ropa. La residencia improvisada de Dorsey, que la iglesia tolera, es uno de varios campamentos para personas sin hogar que se encuentran dentro y alrededor de la propiedad de la iglesia, que se sitúa en un vecindario de casas modestas y pequeños edificios de departamentos cerca del Aeropuerto Internacional de Los Ángeles.
“Conocemos sus historias y sabemos lo difícil que es encontrar vivienda”, dijo el pastor.
Así que la iglesia está tratando de ayudar —construyendo viviendas.
El próximo año, Inglewood First tiene previsto iniciar la construcción de 60 departamentos tipo estudio que reemplazarán tres edificios detrás de su capilla que, hasta hace unos años, estaban ocupados por una escuela. La mitad de las unidades estarán reservadas para adultos mayores. Todas tendrán rentas por debajo del precio del mercado.
Inglewood First es una entre un número creciente de iglesias, mezquitas y sinagogas que han comenzado a desarrollar viviendas de bajo costo en sus propiedades. En entrevistas, los líderes religiosos dijeron que esperaban ayudar con los crecientes problemas de vivienda y personas sin hogar que eran más agudos en California, pero que se han extendido por todo Estados Unidos.
Pero también puede resultar lucrativo. En Los Ángeles y en todo el País, las organizaciones religiosas suelen estar ubicadas en terrenos urbanos privilegiados ubicados en vecindarios residenciales o a lo largo de corredores importantes.
En la actualidad, cuando los estadounidenses de todas las creencias acuden menos a servicios religiosos, estas propiedades con frecuencia están envejecidas y subutilizadas, llenas de estacionamientos vacíos y salas de reunión donde nadie se reúne. Al redesarrollar su propiedad en viviendas costeables, las congregaciones esperan crear un flujo de ingresos por rentas.
Estas iniciativas también están ayudando a llevar viviendas de bajo costo a vecindarios donde son casi inexistentes. Un ejemplo es IKAR, una congregación judía en Los Ángeles cuya política progresista y sentimiento bohemio le han dado una membresía en expansión. Este año, la congregación planea poner la primera piedra en la construcción de una sinagoga que incluirá 60 unidades de viviendas costeables en el vecindario Mid-City, donde la casa típica está valuada en 1.8 millones de dólares.
Tener vivienda costeable en el lugar “nos da la oportunidad de practicar lo que predicamos”, dijo Brooke Wirtschafter, directora de organización comunitaria de IKAR.
Para fomentar estos proyectos, California aprobó una ley el año pasado que permite a las universidades sin fines de lucro y a las instituciones religiosas construir hasta 30 unidades por acre (0.4 hectáreas) en ciudades importantes y suburbios urbanos, independientemente de las reglas de zonificación locales, y acelera su aprobación —siempre y cuando las unidades sean viviendas costeables.
Los principales opositores a la ley fueron los gobiernos municipales, que argumentaron que les quitaba la capacidad de controlar la zonificación en las parcelas de las iglesias —un pequeño paso que temían sería precursor de una mayor pérdida de control local sobre el uso del suelo. “Nuestra preocupación es: ¿qué sigue?”, dijo Brian Saeki, administrador municipal de Whittier, California.
En los últimos años, los gobiernos locales de Atlanta, Georgia; y San Antonio, Texas; y la Legislatura del Estado de Nueva York han aprobado o considerado políticas para facilitar que los grupos religiosos desarrollen sus tierras. Gracias a la nueva ley de California, alrededor de 80 congregaciones cristianas, judías y musulmanas han comenzado a estudiar la posibilidad de desarrollar viviendas, dijo John Oh, quien dirige los esfuerzos de vivienda para L.A. Voice, un grupo organizador interreligioso.
Inglewood First fue fundada en 1905. En su apogeo, la iglesia tenía más de 3 mil miembros. Hoy tiene menos de 100, dijo Cyrus-Franklin. “Érase una vez, los miembros de la congregación eran los banqueros, dirigían las clínicas locales, eran los gerentes de la tienda de comestibles —las asociaciones comunitarias eran inherentes porque los líderes de esas instituciones también eran miembros de la iglesia”, dijo Cyrus-Franklin. “Nos estamos preparando para volver a ser uno de los centros de la vida comunitaria, pero de una manera nueva”.
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