Inteligencia Artificial vence al mejor jugador de Go, un juego de mesa coreano

Lee Saedol, ex campeón mundial del juego de mesa Go, fue derrotado por la IA AlphaGo en 2016, marcando un hito inquietante en la inteligencia artificial

En el juego de Go, dos jugadores compiten por el territorio al colocar piedras blancas y negras en un tablero cuadriculado. (Woohae Cho para The New York Times)

mar 23 de julio de 2024 a las 17:13

Por Daisuke Wakabayashi y Jin Yu Young/The New York Times

SEÚL — Lee Saedol era el mejor jugador de Go de su generación cuando sufrió una derrota decisiva, vencido no por un oponente humano sino por inteligencia artificial.

Lee fue derrotado por AlphaGo, un programa computacional de IA desarrollado por la unidad DeepMind de Google. El sorprendente revés en el 2016 acaparó titulares en todo el mundo y pareció una señal clara de que la inteligencia artificial estaba entrando a una era nueva y profundamente inquietante.

Al vencer a Lee, el 18 veces campeón mundial venerado por su estilo de juego intuitivo y creativo, AlphaGo resolvió uno de los mayores retos de la ciencia computacional: aprender por sí solo la estrategia abstracta necesaria para ganar en Go, ampliamente considerado el juego de mesa más complejo del mundo.

“Estoy muy sorprendido porque nunca pensé que perdería”, dijo Lee en ese entonces en una conferencia de prensa posterior al partido. “No sabía que AlphaGo jugaría un Go tan perfecto”.

Pero las implicaciones de su derrota fueron mucho más allá del juego en sí, en el que dos jugadores compiten por territorio colocando piedras blancas y negras en un tablero cuadriculado de 19 líneas por 19 líneas. La victoria de AlphaGo demostró el potencial desenfrenado de la IA para lograr un dominio sobrehumano de habilidades antes consideradas demasiado complicadas para las máquinas.

Lee, que ahora tiene 41 años, se retiró tres años después, convencido de que los humanos ya no podían competir con las computadoras en Go. La inteligencia artificial, afirmó, había cambiado la naturaleza misma de un juego que se originó en China hace más de 2 mil 500 años.

“Perder contra la IA, en cierto sentido, significó que todo mi mundo se estaba derrumbando”, dijo.

Mientras la sociedad lidia con lo que la IA encierra para el futuro de la humanidad, Lee ahora exhorta a otros a evitar verse desprevenidos, como sucedió con él, y a familiarizarse con la tecnología ahora. Da conferencias sobre IA, tratando de dar el aviso a los demás que quisiera haber recibido.

“Yo enfrenté el asunto de la IA temprano, pero les sucederá a otros”, dijo recientemente Lee a un grupo de estudiantes y padres en Seúl. “Podría no ser un final feliz”.

Lee no es un alarmista. En su opinión, la IA puede reemplazar algunos puestos de trabajo, pero también puede crear otros. Al considerar la comprensión de Go por parte de la IA, dijo que era importante recordar que los humanos crearon el juego y diseñaron el sistema de IA que lo dominó. Lo que le preocupa es que la IA pueda cambiar lo que los humanos valoran.

“La gente solía ser deslumbrada por la creatividad”, dijo. “Pero desde que llegó la IA, mucho de eso ha desaparecido”.

Go planteó un desafío tentador para los investigadores de IA. El juego es exponencialmente más complicado que el ajedrez, y a menudo se dice que hay más posiciones posibles en un tablero de Go (10 con más de 100 ceros después, según muchas estimaciones matemáticas) que átomos en el universo.

El gran avance provino de DeepMind, que construyó AlphaGo utilizando redes neuronales: sistemas matemáticos que pueden aprender habilidades analizando enormes cantidades de datos. Comenzó alimentando a la red 30 millones de movimientos de jugadores de alto nivel. Luego, el programa jugó partida tras partida contra sí mismo hasta que aprendió qué movimientos tuvieron éxito y desarrolló nuevas estrategias.

$!Lee Saedol, 18 veces campeón mundial de Go, se retiró tres años tras ser derrotado por la IA en el 2016. (Jean Chung para The New York Times)

La victoria de AlphaGo “fue un momento parteaguas en la historia de la IA”, dijo Demis Hassabis, director ejecutivo de DeepMind, en una declaración escrita. Mostró de lo que “realmente eran capaces las computadoras”, dijo.

Lee batalló para aceptar la derrota. Lo que él consideraba una forma de arte ahora fue dejado de lado por la despiadada eficiencia de un algoritmo.

“Ya no podía disfrutar el juego”, dijo. “Así que me retiré”.

Lee ha mantenido un pie en el mundo de Go. Ha escrito varios libros, incluyendo una autobiografía y una serie sobre sus partidas famosas. Ha creado juegos de mesa inspirados en Go. Fundó una academia de Go para niños con alrededor de una docena de sucursales en toda Corea del Sur.

Pero la IA domina sus pensamientos, en parte debido a su ambivalencia sobre los pros y los contras, pero también porque el tema toca muy de cerca. Su hija de 17 años está en su último año de preparatoria. Cuando hablan de qué debería estudiar en la universidad, a menudo consideran un futuro moldeado por la IA.

“A menudo hablamos de elegir un trabajo que no será fácilmente reemplazable por la IA o menos impactado por la IA”, dijo. “Es sólo cuestión de tiempo antes de que la IA esté presente en todas partes”.

Cade Metz contribuyó con reportes a este artículo.

© 2024 The New York Times Company

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