Kamala Harris muestra firmeza y calidez en el escenario global

Por Matina Stevis-Gridneff y Zolan Kanno Youngs/The New York Times

Igual que la mayoría de los vicepresidentes estadounidenses, Kamala Harris no recibió mucha responsabilidad en materia de política exterior. Pero en el papel que sí desempeñó, dejó una buena impresión.

En más de 30 entrevistas con funcionarios de cuatro continentes, entre ellos jefes de Estado, diplomáticos de alto rango y activistas, surge una imagen consistente. Harris puede ser muchas cosas a la vez: cálida, pero firme en ocasiones; autoritaria, pero agradable.

Con frecuencia, ha representado a EU durante viajes a Europa, Asia, África y las Américas, y se ha reunido con más de 150 líderes mundiales. Ha asistido a tres Conferencias de Seguridad de Múnich —un evento anual esencial para que altos funcionarios de política exterior fijen la agenda de defensa occidental.

En los últimos meses, también se ha involucrado más directamente en conversaciones con líderes mundiales sobre los conflictos en Ucrania y Medio Oriente. Ha adoptado un tono más firme que el Presidente Joseph R. Biden Jr. respecto a la difícil situación de los palestinos, al tiempo que se mantiene fiel a su postura general sobre el derecho de Israel a defenderse.

Cualquier autoridad en materia de política exterior que ha tenido se ha enfocado en América Central. Biden le encargó que trabajara para mejorar las condiciones allí y disuadir a las familias de huir a la frontera entre EU y México.

A medida que se disparaban los cruces ilegales en la frontera, fue criticada por los republicanos y algunos demócratas, al señalar que debería haber estado más involucrada en los esfuerzos de imposición de la ley; su equipo sostiene que eso no era parte de su papel.

No obstante, el consenso entre funcionarios y diplomáticos extranjeros es que Harris tiene un dominio firme de los asuntos internacionales.

Harris tiene un lado férreo que despliega cuando es necesario. En el 2021, tomó el atril del Palacio Nacional de la Cultura en la Ciudad de Guatemala para dar un mensaje contundente a inmigrantes indocumentados que esperan llegar a EU: “No vengan”.

Menos conocidos fueron sus comentarios en apoyo a una oficina anticorrupción que el entonces Presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, había atacado verbalmente durante semanas.

“Buscaremos erradicar la corrupción donde sea que exista”, dijo Harris, una ex fiscal, durante una rueda de prensa mientras estaba de pie cerca de Giammattei. También se reunió con activistas anticorrupción.

“Fue un momento difícil para hacer que el Gobierno de EU comprendiera que la manera de frenar la corrupción era abordando el profundo retroceso democrático”, apuntó Claudia Samayoa, una destacada defensora guatemalteca de los derechos humanos. Pero dijo que Harris era una excepción y parecía estar muy informada.

Sin embargo, sólo un mes después del viaje de Harris, el principal fiscal anticorrupción de Guatemala fue despedido y huyó del País.

En ocasiones, Harris ha sido enviada a misiones para aliviar tensiones con aliados despreciados.

En el 2021, las relaciones entre EU y Francia se desplomaron luego de que EU llegara a un acuerdo para ayudar a Australia a desarrollar submarinos, arrebatando a los franceses un pedido de construcción. Harris salió rápidamente a París para congraciarse con el Presidente Emmanuel Macron.

La Vicepresidenta se reunió durante horas con Macron, pero se quedó en París cinco días, algo que los franceses apreciaron, revelaron un diplomático y funcionarios estadounidenses. Recorrió el Instituto Pasteur —un centro de investigación donde trabajó su madre— Shyamala Gopalan Harris, antes de hacer compras en una famosa tienda de utensilios de cocina, E. Dehillerin.

Harris a veces recurre al humor en el escenario mundial, dijeron varios funcionarios extranjeros que la describieron como “divertida” e “ingeniosa”.

Harris también ha organizado reuniones con grupos de mujeres durante visitas a América Latina, Asia y África. En el 2022, durante una visita a México enfocada en la inmigración, se reunió con un pequeño grupo de mujeres profesionistas.

“Quería comprender las dificultades que enfrentan las mujeres en México”, dijo Michelle Ferrari, presidenta regional del Foro Económico de Mujeres, quien estuvo presente.

Odile Cortés, una empresaria que también participó, dijo que Harris se sentó discretamente en la reunión, tomando apuntes y haciendo preguntas detalladas.

“No estaba tratando de darnos lecciones sobre nada, sino que realmente escuchaba lo que teníamos que decir”, añadió.

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