¿La música de artistas independientes coreanos aún es K-pop?
Algunos observadores dicen que el K-pop refleja una presión social más amplia en Corea del Sur que no permite errores
El “colectivo de música independiente” Balming Tiger crea una fusión de géneros, desde electro hasta hip-hop.
Por Jin Yu Young | The New York Times
SEÚL — ¿Qué es el “K-pop”? ¿El fenómeno mundial de la boy band BTS, vistiendo chaquetas con tachuelas y bailando en perfecta sincronía? ¿El grupo femenil Blackpink, luciendo modas de tendencias y cabello perfectamente rizado?
¿Qué tal un “colectivo de música independiente” de gente informalmente vestida, apiñada alrededor de una consola mezcladora en un estudio de una sola habitación en Seúl?
“Dame un poco más de bajo”, dijo Omega Sapien, un vocalista con cabello verde eléctrico y parrillas dentales, meneando sus caderas. El estudio estaba repleto de arte, discos de vinilo y pesas. Otro cantante yacía acostado cerca, víctima de una fuerte cruda.
Para Balming Tiger, esta es la vida cotidiana como banda de K-pop alternativa. Su música, una fusión de diversos géneros, desde electro hasta hip-hop, es funky y vanguardista. Su aspecto, descuidado y sucio, dista mucho de lo que suele asociarse con el K-pop. Pero también reclama esa etiqueta. K-pop es cualquier música que sale de Corea del Sur, de acuerdo con Omega Sapien. “Todo en ese ámbito es K-pop”, dijo.
“K-pop” es abreviatura de música popular coreana, pero a menudo se considera que significa algo más específico: las boy bands y grupos femeniles cuyos integrantes son conocidos como ídolos (en parte debido a sus fans férramente devotas). Su música tiende a ser formulada y las actuaciones están estrictamente coreografiadas. Compañías administradoras invierten millones en los grupos y ejercen un control estricto sobre el producto final.
Pero en Corea del Sur no es el tipo de música más popular. Los grupos ídolos son muy superados en número por los artistas independientes y alternativos, arrojan datos del Gobierno y de la industria.
Aunque Balming Tiger se identifica como K-pop, sus miembros no se consideran ídolos. “Incluso si quisiéramos ser como ídolos, no podemos”, dijo Chanhee, un vocalista que también trabaja en el estilo, los videos y la fotografía del grupo.
“Son nuestras imperfecciones las que realmente nos hacen más atractivos”, dijo Sogumm, otro vocalista. “Quiero que la gente nos vea y piense ‘el K-pop es genial’, no sólo en el marco de ser bonitas y guapos, sino por ser algo que atraiga a un público diverso”. Están teniendo éxito según muchas métricas, habiendo concluido una gira por Europa, Asia y América, todo ello sin el poder financiero o de mercadotecnia de las grandes empresas de entretenimiento de Seúl.
Eso es prácticamente inaudito en el mundo de los ídolos, que hacen una audición para una empresa administrativa y luego, si lo logran, son sometidos a un entrenamiento riguroso que puede durar años. La autoridad de las compañías sobre los grupos va más allá de la música. A muchos ídolos se les dice lo que pueden y no pueden decir en público; a veces sus dietas y sus vidas amorosas son monitoreadas.
La mercadotecnia funciona, dijo Daniel Anderson, un escritor de K-pop que vive en Seattle. Muchos fanáticos se sienten atraídos por las imágenes públicas que crean las compañías. “Saben cómo armar estas historias”, dijo Anderson. “Lo que visten, lo que dicen, quién es el gracioso, quién es el introvertido”.
Pero al mismo tiempo, añadió, “los fans quieren que estos ídolos sean más auténticos”.
Algunos observadores dicen que el K-pop refleja una presión social más amplia en Corea del Sur que no permite errores. Los resultados pueden ser convincentes, dijo Regina Kim, periodista radicada en Nueva York que escribe sobre la cultura pop coreana. “Ver un video musical de K-pop a menudo se siente como si estuvieras viendo una película corta de Hollywood con un alto valor de producción, gente increíblemente guapa y una coreografía increíble”, dijo.
Pero en los últimos años han entrado tantos grupos de ídolos al mercado que cada vez es más difícil destacar, dijo Shin Cho, director de mercadotecnia nacional y jefe de K-pop y su contraparte japonesa, J-pop, en Warner Music Korea. “La gente se estaba rebasando unos a otros en la escala de ‘perfecto’”, dijo Cho.
Una manera de hacerlo podría ser hacer las cosas tú mismo. El “colectivo” de Balming Tiger tiene 11 miembros, incluyendo productores, un escritor y videógrafos.
Para el baile de su canción “BuriBuri”, simplemente extienden los brazos hacia los lados y mueven las caderas. “Esto no es algo que a los coreógrafos profesionales se les hubiera ocurrido”, dijo Omega Sapien. “Es orgánico y proviene de nosotros. Es mejor”.
El grupo ahora está trabajando en música nueva. Como sea que termine sonando, Balming Tiger lo considerará K-pop.
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