Lituania niega albergar a personas en supuesta prisión de CIA
Polonia también negó albergar una cárcel secreta estadounidense conocida como Site Blue, reconoció después de la investigación del Senado que había permitido que la CIA
Funcionarios lituanos reconocen que Antaviliai era hogar de ex instalaciones de la CIA, aunque dicen que no era prisión.
Por Andrew Higgins/ The New York Times
ANTAVILIAI, Lituania — Primero llegaron contenedores cargados con equipo para una propiedad aislada en renovación al borde del bosque. Había albergado una academia de equitación y un café, pero estaba siendo reconfigurada.
Entonces aparecieron unos jóvenes musculosos, corriendo entre los árboles a horas extrañas y hablando inglés.
Juozas Banevicius, que observó las idas y venidas en la pequeña aldea de Antaviliai hace casi 20 años, recuerda haber pensado que era curioso que los recién llegados ahuyentaran a cualquiera que se acercara a la valla que habían levantado alrededor de su propiedad, que anteriormente estaba abierta al público.
“Nadie sabía lo que estaban haciendo adentro”, recordó Banevicius, de 66 años.
La respuesta ha sido objeto de intenso escrutinio judicial y de los medios de comunicación en los años posteriores. Todo ha apuntado a la misma conclusión: el pueblo de Antaviliai fue hogar de un centro secreto de detención y tortura de la CIA, uno de los tres llamados sitios negros que la agencia instaló en Europa del Este después de los ataques terroristas del 11 de septiembre del 2001.
En enero, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos dictaminó que “más allá de toda duda razonable” se había ubicado en Lituania una prisión secreta cuyo nombre en clave era Site Violet. No nombró a Antaviliai, que está cerca de la capital, Vilna, pero el pueblo es el único lugar en el país que los funcionarios lituanos han reconocido como sitio de ex instalaciones de la CIA, aunque insisten en que no era una prisión.
Site Violet apareció en un informe del Comité de Inteligencia del Senado de Estados Unidos en el 2014 después de una investigación sobre el uso de tortura con agua y otras “técnicas reforzadas de interrogatorio” por parte de la CIA. De acuerdo con el reporte, el sitio operó de febrero del 2005 a octubre del 2006, cuando cerró por “problemas médicos” no especificados.
El fallo de enero concluyó que Lituania había violado el Convenio Europeo de Derechos Humanos “debido a su complicidad en la operación del programa secreto de detenidos de la CIA”.
Polonia, que inicialmente negó albergar una cárcel secreta estadounidense conocida como Site Blue, reconoció después de la investigación del Senado que había permitido que la CIA retuviera a sospechosos de terrorismo en su territorio. El entonces Presidente Aleksander Kwasniewski insistió en que desconocía las duras técnicas utilizadas por los interrogadores estadounidenses.
La complicidad bien documentada de Lituania en la tortura de la CIA, “no es algo de lo que alguien quiera hablar aquí”, dijo Kestutis Girnius, historiador de la Universidad de Vilna. Una gran razón de ello, dijo, era la dependencia de su País, un miembro de la OTAN ubicado entre Bielorrusia y el enclave ruso fuertemente militarizado de Kaliningrado, de Estados Unidos para su seguridad. Pero, preguntó: “¿Realmente tenemos que ser tan serviles? Cuando Estados Unidos dice salta, sólo preguntamos: ‘¿Qué tanto?’”.
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