Migrantes solicitan asilo en Gran Bretaña; se encuentran en el limbo
Gobierno conservador de Gran Bretaña aprobó una ley polémica destinada a allanar el camino para que los vuelos de deportación a Ruanda inicien en el verano
El bote de un contrabandista zarpó de Francia llevando inmigrantes por el Canal de la Mancha a Gran Bretaña.
Por Megan Specia y Emma Bubola / The New York Times
LONDRES — En un frío día de primavera en marzo, Mohsen, un iraní de 36 años, se despertó antes del amanecer y los contrabandistas lo llevaron apresuradamente a un bote de hule en la costa de Francia.
El agua estaba tranquila y el cielo despejado, pero él conocía los riesgos del viaje que estaba a punto de emprender, dijo. Desde el 2018, al menos 72 personas se han ahogado en el Canal de la Mancha mientras intentaban cruzar, reporta la Organización Internacional para las Migraciones.
Huyó de Irán, dijo, porque agentes de policía llegaron a su casa el año pasado amenazando con arrestarlo después de que participó en protestas antigubernamentales. Mohsen, que pidió ser identificado sólo por su nombre de pila por temor a que la publicación de su nombre completo pudiera afectar su solicitud de asilo, dijo que estaba dispuesto a correr el riesgo de ahogarse por la posibilidad de una nueva vida en Gran Bretaña. Y se subió al bote pese a conocer el plan del Gobierno británico de deportar a algunos solicitantes de asilo al país centroafricano de Ruanda, que se anunció por primera vez en el 2022.
“¿Qué puedo hacer? ¿Qué otra opción tenía?”, dijo. “Honestamente, estoy preocupado”.
El mes pasado, el Gobierno conservador de Gran Bretaña aprobó una ley polémica destinada a allanar el camino para que los vuelos de deportación a Ruanda inicien en el verano, pese a un fallo anterior de la Suprema Corte de Gran Bretaña que estimó que el País no era seguro para refugiados. Durante meses, la Cámara de los Lores, la cámara alta del Parlamento, intentó sin éxito modificar el proyecto de ley, y un ex canciller conservador dijo que ignorar al tribunal más alto del País sentaba “un precedente extremadamente peligroso”.
De acuerdo con el plan, las solicitudes de asilo de algunos serán escuchadas en Ruanda e, incluso si se aprueban, serán reasentados allí y no se les permitirá vivir en Gran Bretaña. Cualquiera que haya llegado a Gran Bretaña después del 1 de enero del 2022 y haya viajado por medios peligrosos, como pequeñas embarcaciones o de forma encubierta en camiones, o haya llegado a través de un “tercer país seguro”, podría ser enviado a Ruanda, según las directrices del Gobierno.
La ley y otras políticas gubernamentales recientes significan que ahora hay muy pocas formas de solicitar asilo en Gran Bretaña, con algunas excepciones, incluyendo para ucranianos y personas de Hong Kong.
Las organizaciones benéficas y los grupos de derechos humanos que apoyan a los solicitantes de asilo dicen que muchos han expresado preocupación por el problemático historial de derechos humanos de Ruanda y que el temor a ser expulsados se ha sumado a la ansiedad de vivir en el limbo durante meses o incluso años.
La política del Gobierno se basa en la teoría de que los solicitantes de asilo reconsiderarían viajar a Gran Bretaña si creyeran que terminarían en Ruanda. Pero eso está por verse; las llegadas de botes han continuado.
“Honestamente, se siente muy terrible”, dijo Reza Khademi, de 24 años, que vive en Bradford. Khademi llegó en agosto de Irán después de que agentes de policía llamaron a su puerta amenazando con arrestarlo por su participación en protestas contra el Gobierno y sus publicaciones críticas en las redes sociales.
“No quería irme”, dijo. “Tenía un trabajo, una familia, una casa, un auto. Aquí empecé de cero”.
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