Los enigmas que encierra la Nebulosa de Orión
La Nebulosa de Orión es una región de formación estelar a mil 350 años luz de la Tierra, ubicada en el cinturón de la constelación de Orión en el hemisferio norte.
Una imagen compuesta infrarroja del interior de la Nebulosa de Orión y del Cúmulo del Trapecio.
Por Jonathan O’Callaghan / The New York Times
Hemos descubierto mucho en este universo. Planetas que orbitan estrellas en ángulo recto. Mundos prohibidos que han burlado a la muerte. Explosiones espaciales que desafían toda explicación.
Sin embargo, el cosmos sigue sorprendiéndonos. El espectáculo más reciente, observado por el Telescopio Espacial James Webb, es una aglomeración de casi 150 objetos que flotan libremente en medio de la Nebulosa de Orión, no muy distantes en masa de Júpiter.
Decenas de estos mundos incluso están orbitando entre sí. Los científicos que los descubrieron los han llamado Objetos Binarios de Masa de Júpiter, o JuMBOs, y el motivo de su aparición es un total misterio.
“Hay algo equivocado en nuestra comprensión de la formación de planetas, de la formación de estrellas —o de ambas”, dijo Samuel Pearson, científico de la Agencia Espacial Europea que trabajó en las observaciones que se compartieron el 2 de octubre y que aún no han sido revisadas por homólogos. “No deberían existir”.
Qué es la Nebulosa de Orión
La Nebulosa de Orión es una región de formación estelar a mil 350 años luz de la Tierra, ubicada en el cinturón de la constelación de Orión en el hemisferio norte. Los astrónomos la han estudiado durante mucho tiempo, pero los científicos involucrados en el estudio del área con el nuevo telescopio Webb, también publicado el 2 de octubre, dicen que las nuevas imágenes son “por mucho” las mejores hasta ahora.
Las estrellas en nuestro universo se forman cuando nubes gigantes de polvo y gas se fusionan bajo la gravedad. Con el tiempo, las regiones de una nube se vuelven tan densas que comprimen los átomos de hidrógeno e inician la fusión nuclear, formando el núcleo de una estrella. En áreas menos densas, puede ocurrir una versión diminuta de fusión —fusión de deuterio— en objetos más pequeños. Se les llama enanas marrones o, a veces, “estrellas fallidas”.
Los JuMBOs parecen ser objetos gaseosos más pequeños. Mientras que las enanas marrones pueden crecer hasta unas 13 veces la masa de Júpiter, las JuMBO pueden llegar a ser tan pequeñas como aproximadamente la mitad de la masa del planeta, con temperaturas de más de 540 grados centígrados.
Si estuvieran solos en el espacio, podrían ser más fáciles de explicar. Pero su aparición en pares, 42 de los cuales son vistos por el telescopio Webb en la Nebulosa de Orión, es desconcertante.
De acuerdo con los modelos científicos existentes, no debería ser posible formar objetos individuales tan pequeños directamente a partir de nubes de polvo y gas, y mucho menos en pares, afirmó Pearson.
El descubrimiento es “completamente inesperado”, afirmó Matthew Bate, profesor de astrofísica teórica en la Universidad de Exeter, en Inglaterra.
“Orión es realmente masiva y muy densa”, dijo Pearson. “¿Sucederá lo mismo en una región dispersa? Eso podría darnos una pista de qué mecanismo de formación podría estar ocurriendo”.
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