Orangután se automedica para curar su herida
Científicos reportaron que seis orangutanes en Borneo se frotaron las hojas masticadas de un arbusto con propiedades antiinflamatorias y analgésicas en piernas y brazos
Científicos observaron a un orangután llamado Rakus aplicar hojas masticadas de una planta a una herida en su cara.
Por Douglas Main/ The New York Times
Científicos en Indonesia observaron a un orangután macho salvaje frotando repetidamente hojas masticadas de una planta medicinal en una herida. Fue la primera observación conocida de un animal salvaje utilizando una planta para tratar una herida.
El orangután, Rakus, vive en el Parque Nacional Gunung Leuser en la isla de Sumatra y se cree que tiene alrededor de 35 años. Los científicos notaron una herida en su rostro en junio del 2022, cuando vieron que inició su conducta de automedicación.
“Cuando me enteré, me emocioné mucho”, dijo Isabelle Laumer, primatóloga en el Instituto Max Planck de Comportamiento Animal, en Alemania, en parte porque son raros los registros de animales que se automedican. Ella y sus colegas detallaron el descubrimiento en la revista Scientific Reports.
La planta usada por Rakus, akar kuning o raíz amarilla, también es utilizada por personas en todo el sudeste asiático para tratar malaria, diabetes y otras afecciones. La investigación muestra que tiene propiedades antiinflamatorias y antibacterianas.
Los orangutanes rara vez comen la planta. Pero Rakus ingirió una pequeña cantidad y también cubrió la herida varias veces. Cinco días después de vista la herida, ésta había cerrado y menos de un mes después “había sanado sin ningún indicio de infección”, dijo Laumer.
“Hasta donde yo sé, éste es el primer estudio publicado que demuestra a un animal utilizando una planta con propiedades biomédicas conocidas para el tratamiento de una herida”, dijo Michael Huffman, profesor visitante en el Instituto de Medicina Tropical de la Universidad de Nagasaki, en Japón, que no participó en el estudio.
Se ha visto a un grupo de más de dos docenas de chimpancés en Gabón, en África Central, masticando y aplicando insectos voladores en sus heridas, dijo Simone Pika, experta en cognición animal en la Universidad de Osnabrück, en Alemania. Y en el 2017, científicos reportaron que seis orangutanes en Borneo se frotaron las hojas masticadas de un arbusto con propiedades antiinflamatorias y analgésicas en piernas y brazos, probablemente para calmar músculos adoloridos.
Se sabe que los chimpancés, bonobos, gorilas y gibones de manos blancas ocasionalmente comen hojas enteras, presuntamente para ayudarlos a expulsar parásitos. Huffman y otros también han visto chimpancés masticando la médula amarga de una planta llamada Vernonia amygdalina para tratar infecciones por gusanos.
Laumer espera que el estudio de Rakus ayude a generar más aprecio por el orangután de Sumatra, una especie en peligro crítico de extinción. En los últimos años, los científicos han mostrado que los orangutanes pueden resolver acertijos complejos, planear, fastidiarse entre sí y reírse.
“Hay muchas cosas que aún desconocemos de estos simios”, dijo.
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