¿Hay demasiados cafés al aire libre en París?
París tiene mucho tiempo de ser famosa por su animada cultura de cafés, con 13 mil terrazas al aire libre ocupando aceras y plazas en los años previos a la pandemia.
A algunas de las terrazas que florecieron durante la pandemia se les ha permitido quedarse.
París. El sonido de copas de vino chocando flotaba por el aire de la tarde mientras multitudes de clientes bebían rosado y mordisqueaban queso frente a los cafés, restaurantes y tiendas de delicatessen que bordean la Place d’Aligre en el distrito de la Bastilla de París.
Los comensales estaban apretujados en cientos de sillas que habían sido colocadas a primera hora de la tarde. Pero todo el sistema tendría que ser desmantelado antes de las 22:00 horas, bajo reglas postpandémicas para equilibrar los intereses de quienes disfrutan de la escena y quienes la hallan molesta.
París tiene mucho tiempo de ser famosa por su animada cultura de cafés, con 13 mil terrazas al aire libre ocupando aceras y plazas en los años previos a la pandemia. Pero miles de espacios al aire libre adicionales florecieron bajo un programa de emergencia establecido para dar alivio a las empresas durante los confinamientos por Covid. Ahora son permanentes, tras un decreto del 2021 de la Alcaldesa Anne Hidalgo que les permite regresar todos los años de abril a noviembre.
Como resultado, partes de París que solían estar vacías se han transformado en destinos.
“La escena ha cambiado por completo”, dijo Laurent Zennadi, gerente de Chez Camille, un café familiar que solía atender principalmente a una multitud de desayuno y comida del cercano Marche d’Aligre, un mercado fundado en 1779. “Antes nadie venía aquí por la noche”.
La mayoría de las nuevas terrazas veraniegas de París ocupan estacionamientos, casi 4 mil de los cuales han sido cubiertos con terrazas temporales. Todo esto forma parte de un plan más amplio diseñado por Hidalgo para hacer que París sea más amigable con el medio ambiente al liberar al espacio público de los automóviles.
No todo el mundo acoge los cambios. Las asociaciones de vecinos han chocado con el Ayuntamiento por el ruido procedente de las terrazas. Los críticos acusan a Hidalgo de permitir que las empresas privaticen el dominio público. Y los conductores critican la pérdida de estacionamiento.
Hoy, 4 mil terrazas veraniegas están autorizadas mediante una licencia de pago, contra las 14 mil que podían abrirse bajo las políticas de Covid. Las terrazas deben cumplir nuevos lineamientos de estética y ruido.
Algunos parisinos dicen que el éxito del proyecto de las terrazas está acelerando la gentrificación. “Está expulsando a los más pobres”, dijo Rafael Ludovici, un estudiante.
Pero en la Place d’Aligre, los partidarios de las terrazas dijeron que los comensales nocturnos de verano habían revitalizado el barrio de clase trabajadora.
En Chez Camille, Zennadi y su familia instalaron nuevas mesas al aire libre para unas 100 personas, además de los 400 asientos agregados a la plaza por otros cafés.
“Nadie quería que sucediera el Covid”, dijo. “Pero podemos estar agradecidos por lo bueno que surgió de ello”.
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