Popularidad por las mascotas crece pero preocupa qué tan mimadas son
Ante la creciente cantidad de hogares estadounidenses que poseen mascotas, ha llamado la atención que estas están siendo criadas casi como niños
A James Serpell, un experto en bienestar animal, le preocupa que mascotas “no expresen su naturaleza perruna y gatuna”. (Graham Dickie/The New York Times)
Por Linda Baker/The New York Times
Las mascotas son más populares que nunca. Aproximadamente dos tercios de los hogares estadounidenses tienen al menos una mascota, contra el 56 por ciento en 1988, reporta la Asociación Estadounidense de Productos para Mascotas, y los estadounidenses gastaron 136.8 mil millones de dólares en sus mascotas en el 2022.
Unos 91 millones de hogares en Europa poseen al menos una mascota, un aumento de 20 millones en la última década. La población de mascotas en India alcanzó los 31 millones en el 2021, comparado con 10 millones en el 2011.
Mimamos a nuestras mascotas con planes de nutrición personalizados, hidroterapia y hoteles boutique. En All the Best, una cadena de tiendas para mascotas de alta gama en Seattle, Washington, los artículos más populares son juguetes enriquecedores para canes y felinos, diseñados para estimular a los animales que cada vez más “están allí echados, solos y aburridos”, dijo Annie McCall, directora de mercadotecnia de la cadena.
Ahora algunos especialistas en ética del bienestar animal se preguntan si hemos ido demasiado lejos. “Ahora consideramos a las mascotas no sólo como miembros de la familia, sino como equivalentes a niños”, dijo James Serpell, profesor emérito de ética y bienestar animal en la Universidad de Pensilvania. “Los dueños se han vuelto cada vez más protectores y restrictivos. Por ello, los animales no pueden expresar su propia naturaleza perruna y gatuna tan libremente como podrían”.
Debido a la preocupación por la depredación de aves, muchos gatos ahora pasan toda su vida en interiores. Hasta fines de la década de 1970, hasta los perros de la ciudad pasaban la mayor parte del tiempo en los patios traseros o deambulando por el vecindario. Ahora, dijo Jessica Pierce, bioética de Colorado cuya labor se centra en las relaciones entre animales y humanos, “el perro sin correa y suelto es considerado contrario al orden natural”. Aunque hace varias décadas los perros tenían más probabilidades de ser atropellados por autos, añadió, “esos riesgos eran superados por la libertad de experiencia y movimiento”.
Aunque se permiten perros en un número cada vez mayor de espacios humanos, eso no se ha traducido en una mayor independencia. El confinamiento ha elevado la ansiedad por separación y la agresión, afirmó Serpell.
Aproximadamente el 60 por ciento de los perros y gatos hoy tienen sobrepeso. Y debido en parte a la carga que implica tener una mascota en la actualidad, cada vez más personas están abandonando animales. En el 2023, más de 359 mil perros fueron sacrificados en refugios de EU, reporta Shelter Animals Count, un grupo de defensa de animales.
Los canes que deambulan libremente, una categoría a la que pertenece la mayoría de los 900 millones de perros que se calcula que existen en el mundo, llevan vidas más cortas, señaló Alexandra Horowitz, investigadora de cognición canina en el Barnard College de NY, pero tienen la oportunidad de tomar sus propias decisiones.
Hace unos años, Harold Herzog, profesor emérito de psicología de la Universidad Western Carolina quien estudia las relaciones entre animales y humanos, estuvo de vacaciones en la isla de Tobago y pasó gran parte del tiempo observando a los perros callejeros que deambulaban por el paisaje.
“Me pregunté: ‘¿Preferiría vivir en Manhattan como un perro mimado, o preferiría ser un perro en Tobago y pasar el tiempo con mis amigos?’”, dijo Herzog. Concluyó: “Preferiría ser un perro en Tobago”.
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