Los retos que enfrenta Luis Arce para las elecciones de Bolivia
Arce, quien es presidente desde 2020, tiene como desafíos los problemas en economía, protestas, y tener que superar a su rival más fuerte, Evo Morales
Partidarios del Presidente Luis Arce persiguieron a soldados que huyeron tras un fallido golpe de Estado en La Paz, Bolivia. (Juan Karita/Associated Press)
Por Julie Turkewitz, María Silvia Trigo y Genevieve Glatsky/ The New York Times
Escucharon las sirenas. Luego, asomándose por la principal plaza política del País el 26 de junio, los principales ministros de Bolivia vieron los vehículos blindados y las tropas. El Presidente Luis Arce se dirigió a su círculo íntimo —“¡Enfrentamos un golpe de Estado!”— antes de confrontar al hombre que intentaba destituirlo, Juan José Zúñiga, ex comandante general del Ejército.
La intentona fracasó, durando apenas tres horas y terminó con el arresto del General, cuya motivación para el ataque pareció ser, al menos en parte, ira porque Arce lo despidió el día anterior.
Pero ese no fue el final de los retos que enfrenta Bolivia.
Arce, de 60 años, ex Ministro de Finanzas, asumió el cargo en el 2020 durante una elección democrática que parecía simbolizar un capítulo nuevo y más esperanzador en un País que salía de un período de intensa zozobra política.
Ahora Arce enfrenta una economía en dificultades, crecientes protestas, críticas por el encarcelamiento de opositores políticos y división dentro de su propio partido. Pero quizás su mayor desafío sea una batalla con su antiguo mentor, el ex Presidente Evo Morales, sobre quién será el candidato de su partido en las elecciones presidenciales del próximo año.
Morales, de 64 años, fue el primer Presidente indígena en un País de 12 millones de habitantes con una gran población indígena, un socialista electo en el 2006. Hizo historia al incorporar a amplios sectores de la sociedad boliviana a la política, pero huyó del País en medio de una elección disputada en el 2019 y eligió a Arce para representar a su partido en una nueva elección celebrada en el 2020.
Ese año, Arce caracterizó a Morales como una “figura histórica” en su movimiento político, pero dijo que Morales no tendría ningún papel formal.
Pero ahora Morales “está realmente resuelto a regresar a la Presidencia”, dijo Gustavo Flores-Macías, profesor en la Universidad de Cornell, en Ithaca, Nueva York, y experto en política latinoamericana.
Una encuesta reciente mostró 19 por ciento de apoyo para Arce y 9 por ciento para Morales. Arce puede postularse para un segundo mandato en las elecciones del próximo año. No está claro si Morales puede hacerlo.
La ley boliviana prohíbe postularse para más de dos mandatos consecutivos. Morales cumplió tres mandatos como Presidente, presionando exitosamente a los tribunales para que le permitieran postularse por tercera vez debido a una laguna jurídica. Pero cuando intentó postularse por cuarta vez, el resultado fue una elección disputada y la zozobra que lo depuso.
Carlos Romero, ex Ministro del Interior durante el Gobierno de Morales, dijo que la relación entre el ex Presidente y Arce ahora era “abismal” y que sembrar dudas sobre la legalidad de la candidatura de Morales “es parte de la estrategia política del Gobierno que insiste en descalificarlo”.
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