Sorprendentes hallazgos en vitrales de tumbas antiguas en el Bronx, Nueva York
En el misterioso mausoleo de José María Muñoz en Woodlawn, conservadores encuentran vitrales únicos que deslumbran con su belleza y misterio centenarios
El vitral dentro del mausoleo Muñoz contiene un orbe enjoyado de cristal azul que sobresale. (Jeenah Moon para The New York Times)
Por John Freeman Gill/The New York Times
Una mañana soleada de fines del año pasado, un equipo estelar de expertos en vitrales se preparó para entrar a una tumba de 1894 en el cementerio Woodlawn que había sido abierta sólo una vez en el siglo pasado.
El mausoleo albergaba los restos de José María Muñoz, un comerciante neoyorquino nacido en Panamá e hijo de un general español. Los saqueadores de tumbas eran cinco conservadores de vitrales e historiadores del arte realizando un sondeo de unos mil 200 vitrales que se instalaron en mausoleos privados en Woodlawn desde 1878 hasta el presente.
Woodlawn, en el distrito del Bronx, abarca 160 hectáreas onduladas adornadas con mil 300 mausoleos familiares privados, incluyendo extravagantes templos de la Edad Dorada erigidos para capitanes de la industria, magnates ladrones y los simplemente muy ricos. Estos titanes de la opulencia y sus cónyuges a menudo gastaban generosamente en adornar sus últimas moradas —aún cuando los interiores no estaban destinados a ser vistos más que por amigos y familiares.
Tan pronto como el equipo entró al mausoleo, se escucharon gritos rebotando en las paredes de piedra. Los expertos habían encontrado una variedad de vitrales que ninguno de ellos había visto antes.
En la pared trasera del sepulcro, detrás del sarcófago de piedra, un orbe enjoyado de cristal azul sobresalía de la ventana.
“¡Estoy enloqueciendo!”, dijo Brianne Van Vorst, conservadora de Liberty Stained Glass Conservation. “¡Esto es una locura!”.
“¡Dios santo! ¡Mira la tridimensionalidad!”, soltó Lindsy R. Parrott, directora ejecutiva y curadora del Neustadt, una importante colección de vitrales del maestro artista Louis Comfort Tiffany.
“Nunca había visto algo así antes”, dijo Drew Anderson, conservador del Museo Metropolitano de Arte.
El sondeo de un año de duración, realizada con la orientación de Alice Cooney Frelinghuysen, curadora de artes decorativas estadounidenses en el Met, incluirá una evaluación del estado y una investigación de archivo de cada vitral en la variada colección del Woodlawn.
Woodlawn es virtualmente un museo de técnicas y estilos de vitrales de fines del siglo 19 y principios del 20. Pero hasta ahora esa colección no había sido estudiada exhaustivamente. De allí que el equipo realizando el sondeo atesora la oportunidad de ver tantas obras de arte ocultas durante mucho tiempo en su contexto original.
Antes del último cuarto del siglo 19, los vitrales se creaban tradicionalmente pintando y tiñendo la superficie de vidrio blanco y de colores. Se lograban reflejos desde el amarillo pálido hasta el naranja intenso aplicando nitrato de plata en la parte posterior del panel y cociéndolo. A partir de la Edad Dorada, Tiffany y John La Farge revolucionaron los vitrales estadounidenses con su uso de vidrio opalescente, caracterizado, explicó Parrott, por “un brillo interno y una translucidez lechosa”.
Tiffany introdujo el vidrio en una amplia paleta de colores junto con vidrio de diferentes texturas y opacidades para crear composiciones pictóricas detalladas admiradas por sus efectos pictóricos. La pintura en sí se mantuvo al mínimo.
Woodlawn tiene al menos dos vitrales de La Farge y más de 60 de Tiffany, y el sondeo ha dado como resultado la identificación de obras de Tiffany sin firmar. El sondeo también está iluminando rincones oscuros de la industria del vitral.
“Había muchos otros estudios que estaban produciendo un trabajo superlativo”, dijo Parrott.
Pero el sondeo ha desenterrado muchos misterios sin resolver, como el orbe que sobresale en el mausoleo de Muñoz, cuyo creador se desconoce.
Para los conservadores, la prioridad es determinar cuáles de los vitrales en el Woodlawn necesitan atención urgente.
“La mayoría de estos vitrales nunca ha tenido conservación, están intactos”, dijo Susan Olsen, directora de servicios históricos del Woodlawn. “Es importante que todos los cementerios sepan que el acercamiento inicial con un conservador es muy clave”.
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