Sudafricanos denostan a su partido gobernante
Una generación que experimentó la euforia y el crecimiento económico de la Sudáfrica postapartheid, y luego el declive y el desaliento que siguieron, se han desilusionado con el ANC
Miembros del partido Congreso Nacional Africano con una imagen del Presidente Ramaphosa de Sudáfrica en mayo.
Por Lynsey Chutel/ The New York Times
JOHANNESBURGO – Una campana sonó en la televisión, indicando un cambio en los resultados que se habían contabilizado hasta entonces. Desde su hogar en el norte de Johannesburgo, la familia Mathivha celebró la última actualización: con la mayoría de los votos contados, el Congreso Nacional Africano había obtenido apenas el 41 por ciento. “¡Bien!”, dijo Buhle Mathivha. “Bien”, repitió su marido, Khathu Mathivha.
“Debe seguir cayendo”, afirmó Mathivha. “Son demasiado arrogantes”.
La pareja estaba en casa el 31 de mayo viendo las noticias de lo que iba a ser una elección decisiva. Por primera vez desde que terminó el apartheid en 1994, el partido alguna vez dirigido por Nelson Mandela no logró obtener la mayoría de los votos en una elección nacional.
Aunque el Congreso Nacional Africano, o ANC, sigue siendo el partido líder después de las elecciones del mes pasado, el recuento fue visto como una reprimenda de los electores que se han exasperado con el único partido que han conocido desde el fin del apartheid. En el 2019, el ANC obtuvo casi el 58 por ciento de los votos. La caída a alrededor del 40 por ciento esta vez le ha costado al partido su mayoría en el Parlamento, que elige al Presidente del País. Ahora tendrá que trabajar con partidos de Oposición más pequeños.
Buhle y Khathu Mathivha rompieron con la familia y con sus propios votos pasados cuando decidieron no votar por el ANC, un partido que describieron como “pretencioso” y corrupto. Buhle Mathivha, de 34 años, y Khathu Mathivha, de 36, son parte de la cofradía más grande de votantes registrados en Sudáfrica. Los sudafricanos de entre 30 y 39 años representan casi una cuarta parte de los electores empadronados y los de 40 a 49 años representan más de una quinta parte.
Los sudafricanos nacidos después del apartheid, en 1994, tienen algunas de las cifras de empadronamiento más bajas, mientras que quienes soportaron lo peor del régimen del apartheid están envejeciendo. En cambio, una generación que experimentó la euforia y el crecimiento económico de la Sudáfrica postapartheid, y luego el declive y el desaliento que siguieron, se han desilusionado con el ANC.
“Quizás tenían un plan para luchar contra el apartheid, pero no un plan para la economía”, dijo Buhle Mathivha. La pareja vive en la provincia de Gauteng, la región más poblada y rica, donde los electores negros urbanos están cada vez más resentidos con la incapacidad del Gobierno ANC para proporcionar incluso los servicios más básicos.
En las últimas elecciones, la madre de Khathu Mathivha, una doctora, los convenció para que le dieran al ANC una oportunidad más. Como sudafricana negra que alcanzó la mayoría de edad durante el apartheid, sólo se le permitió asistir a dos escuelas de medicina.
Ahora, su hijo y su esposa podían elegir lo mejor que ofrecía Sudáfrica. La pareja votó por el ANC en el 2019, pero ahora, mientras Buhle y Khathu Mathivha consideran el futuro de su hijo de 3 años, dijeron no poder respaldar al ANC.
Hoy, están presupuestando la escuela privada para su hijo, habiendo perdido la fe en las escuelas públicas. Será un gasto adicional en una época de inflación vertiginosa y apagones eléctricos continuos.
Los cortes de energía han vuelto la vida más peligrosa. Por la noche, su calle está completamente oscura y vacía porque el alumbrado público tiene meses de no funcionar. Su casa está convenientemente cerca de centros comerciales y tiendas, excepto que el distrito comercial se ha convertido en una zona prohibida debido a la delincuencia. En el 2020, unos ladrones irrumpieron en la casa de los Mathivha y robaron todo lo de valor. Cuando votaron el mes pasado, la seguridad era su prioridad.
“El crimen es algo muy importante para nosotros”, dijo Buhle Mathivha.
Eligieron la Alianza Patriótica, fundada hace aproximadamente una década por un ex convicto convertido en empresario que prometió ser duro con el crimen.
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