Varî Vãti Marubo, la anciana más longeva del Amazonas

Varî Vãti es una de las personas más longevas que viven en la selva amazónica, es la anciana de mayor edad de la tribu Marubo que tiene más de 2 mil miembros

Varî Vãti Marubo, quien se cree tiene 106 años, tal vez sea una de las personas más longevas en el Amazonas. (Victor Moriyama para The New York Times)

jue 25 de julio de 2024 a las 20:17

Por: Jack Nicas/ The New York Times

Después de más de 100 años en la selva tropical, Varî Vãti Marubo camina con bastón y, como siempre, descalza.

Así que, cuando su tribu indígena, los marubo, realizó reuniones este año en una aldea que le requeriría una caminata de 20 kilómetros por un denso bosque para llegar, se fue sobre la espalda de su hijo.

“¡Ten cuidado conmigo!”, le gritó a su hijo, Tama Txano Marubo (todos los marubo usan el mismo apellido), mientras él bajaba por un terraplén enlodado con un machete y su madre a cuestas.

Más allá de ser la anciana de mayor edad de la tribu de 2 mil miembros, Varî Vãti es probablemente una de las personas más longevas que viven en la selva amazónica.

Su documento oficial del Gobierno, basado en la estimación de un antropólogo, dice que cumplirá 107 años en septiembre, aunque su familia cree que es aún mayor. Miembros de la tribu la describen como mayor de 120 años.

Investigadores han atribuido la longevidad de algunos indígenas de la Amazonia a sus estilos de vida activos y dietas naturales.

$!El hijo de Varî Vãti, Tama Txano Marubo, cargó a su madre más de 20 kilómetros por el bosque este año. (Victor Moriyama para The New York Times)

La vida de Varî Vãti ha seguido un siglo de transformación para los pueblos indígenas de la Amazonia, cuando muchos se han enfrentado a nuevo contacto con forasteros y su tecnología, así como a la destrucción de la selva.

Sin embargo, su rutina diaria muestra cómo algunos grupos indígenas han podido preservar una forma de vida parecida a la de sus antepasados.

Varî Vãti ha pasado su vida en una de las zonas más aisladas del planeta, rodeada de kilómetros de bosque. Ha dormido en una hamaca en una maloca, una choza de 15 metros de altura donde los marubo cocinan, comen y duermen juntos.

Ha elaborado joyas y ropa con materiales del bosque, como algodón, semillas y dientes de animales. Y ha cocinado platillos tradicionales sobre el fuego, como avena de plátano y lagarto asado.

Varî Vãti también recuerda una época en la que, cuando era niña, ver a una persona blanca podía hacer que su gente corriera a esconderse. Pero ahora, más marubo viven fuera del bosque. Hablan y estudian en portugués y algunos se han convertido en abogados e ingenieros. La más reciente generación marubo —conectada en sus aldeas vía internet satelital— está en TikTok.

“Desde nuestro nacimiento, hemos mantenido vivas las tradiciones. Pero ahora veo que todo está cambiando”, dijo Varî Vãti en su lengua materna, hablada por sólo unos cuantos miles de personas.

Dice que le preocupa que la migración a la Ciudad borre la cultura engendrada en las aldeas forestales de su tribu. “Me gusta estar en el bosque, estar en paz y en armonía”, dijo.

Los marubo entraron en contacto por primera vez con forasteros a fines del siglo 19, cuando extractores de caucho irrumpieron en su sección de la Amazonia brasileña, cerca de Perú. “Cuando vimos gente blanca teníamos mucho miedo”, dijo Varî Vãti. “Nuestras medicinas sólo curan nuestras enfermedades, no enfermedades desconocidas del exterior”.

Muchos marubo murieron —a causa de enfermedades y violencia.

Varî Vãti, hija del jefe anterior de los marubo, se casó tres veces y tuvo nueve hijos, el mayor de los cuales se cree que ahora tiene casi 90 años. Su primer marido la abandonó. Su segundo esposo fue asesinado, dijo su familia. Y el tercero luego se casó con su sobrina y ahora vive en otro pueblo. (En la cultura marubo, se les permite a los varones casarse con varias mujeres).

En las reuniones de este año, que forman parte de asambleas tribales periódicas para resolver problemas y abordar planes, Varî Vãti tomó la palabra. “No nos enfoquemos en los conflictos ni en el odio, sino en un bien colectivo, en lo que es mejor para nuestro pueblo, en vivir en paz y armonía”, dijo.

Al volver de las reuniones, Varî Vãti y su familia se detuvieron para descansar.

Su hijo, Sebastião, quien vive parte del tiempo en la Ciudad, dijo que anima a su madre a cuidarse mejor, como usar sandalias y tomar más medicina occidental. Ella se resiste.

“Ella siempre dice: ‘Quien cuida de nosotros es el bosque’”, comentó. “’Los espíritus del bosque. No tenemos que preocuparnos’”.

“Me gusta estar en el bosque, estar en paz y en armonía”.

Varî Vãti Marubo de la tribu marubo en la selva amazónica y quien se cree que tiene al menos 106 años.

© 2024 The New York Times Company

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