Mañana, martes, se llevarán a cabo las elecciones en los Estados Unidos de América. Es una fecha en el calendario que nos debería interesar a todos, pues como es del conocimiento público, las remesas que envían los hondureños que residen en ese país son un pilar fundamental en la economía del nuestro.
Hace muchos años, en 1980, yo vivía en Hartford, la capital del Estado estadounidense de Connecticut y del condado de Hartford, situado junto al río Connecticut, y tuve la gran oportunidad de estar el día de las elecciones que ganó Ronald Reagan, del Partido Republicano, y quien derrotó al entonces presidente Jimmy Carter, con una diferencia de más de ocho millones de votos, ganando en 44 de los 50 estados de la Unión.
Allá, el día de elecciones es muy tranquilo y son muy disciplinados para ir a votar. Celebran con prudencia y moderación el triunfo de su candidato y el perdedor acepta con madurez política el veredicto del pueblo expresado en las urnas.
Pero en cuanto a los spots de televisión (ante no existía internet) debo reconocer que en esa campaña fueron de alguna manera agresivos, pero dentro del marco de las buenas costumbres. Como se dice acá en nuestro país, “se tiraron duro”.
Reagan fue un hombre de carácter firme en su nacionalismo y de alegre personalidad, un formidable político, fue el 40 presidente de los Estados Unidos, desde 1981 a 1989. Recuerdo que mi madre me regaló una biografía de Ronald Reagan, pues a mí me gusta mucho saber sobre la vida de figuras públicas de tan alta magnitud.
Sobre Donald Trump, hace cuatro años en este medio pronostiqué que perdería la reelección, y así ocurrió.
Hoy, sobre quién ganará mañana no me atrevo a pronosticar nada, pues se espera que quien sea el ganador o ganadora lo hará por un margen bien cerrado.
Serán elecciones inéditas: la primera vez que gane una mujer o la primera que un expresidente regresa al poder de forma alterna.