De manifestarse a favor de su candidatura para elecciones internas sería por “aclamación”. Y podemos decir que su participación avala la de otros en similar situación. Si Zelaya llega a las generales y las perdiera sería su segunda derrota consecutiva, pues la candidatura de Xiomara Castro en el 2013 significó para algunos “el añorado retorno de Zelaya al poder”.
Con esta intención del expresidente una vez más el gran perdedor será el Partido Liberal, pues miles de sus miembros preferirán “prestar” su voto al Partido Nacional que ver a su verdugo regresar a la Presidencial. Los liberales verán en esta pretensión la oportunidad de la “dulce venganza” por todo el daño que les fue provocado por Zelaya y sus comparsas.
De tal forma que las pretensiones del expresidente son carta de garantía para el tercer triunfo consecutivo del Partido Nacional, institución que pudiera dar la sorpresa de presentar y avalar en las urnas a un candidato (a) que aspire por primera vez a la Presidencia, dejando sin efecto toda la campaña desleal, obsesiva y negativa que han mantenido la oposición (Libre y Pac) contra el actual mandatario.
La reelección no debe verse más allá que como un acto de avance de las sociedades que viven en democracia. Ya es válida en América Latina, 14 de 18 países la contemplan... más que una ambición política es derecho humano inviolable.
Dennis Espinal
Ciudadano