“La cárcel hoy día cumple muy mal los tres propósitos que se le adjudicaron en el siglo XVIII. No es un disuasivo, ni rehabilita, y el castigo que administra es cruel e inhumano. Como el hospital europeo del siglo XIX, que vino a ser foco de infección epidémica en vez de sitio de curación, la cárcel está en el corazón mismo de nuestra problemática criminal. La cárcel no es la solución. Es el problema”, tomado del artículo de Luis A. Zambrana González.
Probablemente tanto en jóvenes infractores como en reos ya curtidos (por su “oficio”) haya un común denominador, ambos probablemente tengan una predisposición genética a la violencia y si de remate se crían en malos ambientes como ser bares y centros de vicio, que pueden ser casas de citas, o entre delincuentes ya adultos, tenemos en estos casos un joven infractor con bastante probabilidad de caer en actos delictivos.
Esta es la regla si se tiene este “coctelito” de ingredientes que son, repito, malos ambientes y genes que los predispongan a cometer faltas. Al alcanzar su edad adulta hay bastante probabilidad de entrar en conflicto con la ley, sin embargo, hay excepciones, ya que sé de muchos no delincuentes que han tenido que superar increíbles dificultades en sus vidas y han resultado ser destacados profesionales en sus respectivas ocupaciones, vaya a ellos mi respeto.
Dicen que solo Dios cambia un hombre de 30 años para arriba, su personalidad ya está establecida y si se decide a tomar el mal camino es sumamente difícil rehabilitarlo. En ambos casos, adolescentes y ya hombres hechos y derechos, existen dos ingredientes que no deben hacer falta para su rehabilitación y estos son el trabajo y el estudio, y habrá que atacar el hacinamiento, es decir, la sobrepoblación de las cárceles y centros de menores infractores, pues es contrario al desarrollo de la personalidad del procesado.
A mí se me ocurre que el trabajo por la mañana y el estudio por la tarde pueden producir buenos resultados, ya que los reos estarán cansados y este es “santo remedio” para evitar peleas y discusiones.