Una delegación internacional de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) verificó durante su visita a Costa Rica un ambiente de creciente deterioro de las libertades de expresión y de prensa. Las restricciones son provocadas por la actitud del Poder Ejecutivo de estigmatizar e intentar amedrentar al periodismo crítico, situación que genera un clima de tensión que afecta el trabajo de los medios de comunicación y fomenta temor y autocensura.
Tras varios días de intensas reuniones entre el domingo y el jueves de esta semana, estos son los principales hallazgos de la misión de la SIP: Ataques verbales constantes del presidente Rodrigo Chaves, quien en sus conferencias de prensa semanales denosta a periodistas, a los que califica de “prensa canalla” y “sicarios políticos” (entre otros agravios).
Fuerte hostigamiento a periodistas críticos en redes sociales, lo que se traduce en amenazas de parte de cuentas presuntamente ligadas al Gobierno, lo que podría derivar en agresiones físicas.
Granjas de troles que atacan a quienes expresan opiniones contrarias a las políticas oficiales o señalan inacciones del Gobierno. Publicación en redes sociales de información personal y privada de periodistas y activistas, lo que expone a estos a riesgos y eventuales agresiones.
Manipulación en la distribución de la pauta oficial como un sistema de premios y castigos que restringe el acceso a pauta a medios críticos y beneficia a aquellos que respaldan las políticas oficiales.
Un clima enrarecido y polarizado sin precedentes en la historia política de Costa Rica, generado por estas acciones del Ejecutivo que fomentan un ambiente de temor e intimidación. “Nunca se ha vivido una polarización y un clima de intolerancia política semejante en este país”, fue una frase frecuente en los diálogos mantenidos por la comitiva.