Cartas al editor

Lenguaje inclusivo

Antes que nada, para dar una opinión acertada y verdaderamente objetiva sobre las feministas y el lenguaje inclusivo, hay que tener en cuenta si es cuestión de ideales o qué tanto varían las posturas entre las llamadas feministas, y si esto podría ser una moda y con el tiempo pasar a ser pasajero.

Está claro primeramente que rompen las reglas de la gramática, ya no quieren que se diga más todos y todas, sino todes, niños y niñas sino niñes, entre otros; y es que aunque sería cuestión de lingüistas analizar el lenguaje, creo que antes que todo se debe modificar el pensamiento de estas mujeres, creyendo ellas que pueden hacer lo mismo que un hombre, y sin duda alguna lo digo abiertamente, una mujer decidida es capaz de hacer todo lo que se proponga, pero ustedes nunca llegarán hacer igual a nosotros, pues ustedes todas son delicadas, todas son capaces de dar a luz, no es cuestión de machismo o feminismo, todos somos iguales solo que ustedes y nosotros fuimos creados para ejercer roles distintos. Una dama se gradúa de licenciatura en derecho, perfecto, la abogada, la ingeniera, la doctora y así los demás casos, pero no concibo ver a una mujer picando piedra, no me imagino unas manos suaves y delicadas trabajando en construcción, quieren ir también en contra de las leyes de la vida, pues para muchas de ellas nosotros los hombres no somos indispensables, pero, ¿puede decir eso una mujer heterosexual? ¿Una mujer se puede sentir acosada por un hombre que todos los días al pasar le diga “adiós guapa” si para ella es atractivo? Aún hay mucha tela que cortar y mentes que entender.