El 9 de marzo de 2025, Honduras llevó a cabo sus elecciones primarias, un proceso fundamental en el camino hacia las elecciones generales programadas para el 30 de noviembre de este mismo año. Estas primarias tenían como objetivo seleccionar a los candidatos presidenciales de los tres principales partidos políticos del país: el Partido Libertad y Refundación (LIBRE), el Partido Nacional y el
Partido Liberal.Partido Libertad y Refundación (LIBRE): La ministra de Defensa, Rixi Moncada, respaldada por la presidenta Xiomara Castro, lideraba con más del 90% de los votos, según datos preliminares. Este resultado consolidaba su posición como la principal candidata del partido izquierdista LIBRE.
Partido Nacional: Nasry Asfura, exalcalde de Tegucigalpa, obtiene el 76% de los votos, superando a la ex primera dama Ana García, esposa del expresidente Juan Orlando Hernández, quien cumple una condena de 45 años en EE. UU. por narcotráfico.
Partido Liberal: Salvador Nasralla, exvicepresidente y actual candidato por el Partido Liberal, obtenía cerca del 60% de los votos, según informes del 10 de marzo. A pesar de la alta participación ciudadana, el proceso electoral estuvo marcado por varios desafíos que afectaron su desarrollo: Retrasos en la Apertura de Centros de Votación: Numerosos centros no abrieron a tiempo, lo que generó frustración entre los votantes y afectó la fluidez del proceso electoral.
Protestas y Expresión de Descontento: La tardanza en la apertura de los centros llevó a manifestaciones, incluyendo bloqueos de carreteras y quema de llantas, reflejando el descontento de la ciudadanía con la organización del proceso. Alto Número de Votos Nulos y en Blanco: Se registró una cantidad significativa de votos nulos y en blanco, especialmente en el partido LIBRE, lo que podría indicar desconfianza o insatisfacción con las opciones presentadas.
Estos eventos resaltan la necesidad urgente de fortalecer las instituciones electorales y mejorar la logística del proceso. La democracia se construye no solo con la emisión del voto, sino también con la confianza en las instituciones y en la transparencia del proceso electoral.
Es fundamental que las autoridades electorales analicen y aborden las causas de las irregularidades observadas para garantizar procesos futuros más eficientes y transparentes.Las elecciones primarias de 2025 en Honduras reflejaron los retos que enfrenta el sistema electoral del país. De cara a las elecciones generales de noviembre, es imperativo implementar medidas que aseguren procesos más eficientes, transparentes y que restauren la confianza ciudadana en el sistema democrático. Solo a través de la mejora continua y la adaptación a las necesidades y expectativas de la ciudadanía se podrá fortalecer la democracia hondureña y encaminar al país hacia un futuro más próspero y estable.
