Cartas al editor

Un cauce sin agua

Al inicio del mes de enero de 2021, se sospecha que veremos un año sin agua en las presas de esta ciudad o del país, una situación que conduce generalmente a que las personas migren de las áreas rurales a los centros urbanos.

Este proceso ejerce presión sobre la infraestructura urbana, causando trastornos sociales, económicos y medioambientales.

En los últimos tiempos el gobierno local de esta ciudad ha empezado a hacer esfuerzos para aliviar la presión en el medio urbano, intentando alentar a la población para que no les falte agua en sus viviendas.

El Comité de Emergencia Municipal (Codem) de la Alcaldía Municipal del Distrito Central (AMDC) cuenta con un equipo de distribución de agua que favorece a muchos habitantes, que sin distinción de colores e ideologías le presta este servicio de forma oficiosa, y sin ningún gravamen, llegan las cisternas a casi todas las colonias y barrios en áreas alejadas del centro de la ciudad, que no cuentan con el servicio de agua potable y que también presentan déficit de otros servicios.

Quizás no se puede desalentar el crecimiento urbano, pero se puede intentar resolver la multitud de problemas de la capital.

Se entiende que vivir sin agua afecta a la humanidad y esto refleja una emergencia. Se entiende por emergencia al estado caracterizado por la alteración o inminente interrupción de las condiciones normales de funcionamiento de todo o parte del territorio nacional, causado por un evento que pone en riesgo la vida y los bienes de las personas. Situación que puede ser resuelta con los recursos que el municipio posee, sin necesidad de solicitar ayuda externa.

Esto se refiere a que la primera respuesta ante una emergencia municipal es el municipio mismo a través del Codem y el actuar de la Alcaldía Municipal por medio de sus técnicos, así como de las instituciones con presencia en el municipio y la sociedad civil misma. Todos debemos colaborar para mantener y mejorar los actuales niveles de vida de la población más vulnerable.