Los hondureños y hondureñas buscamos convertir incesantemente la realidad de nuestra vida actual en la que se declara constitucionalmente que deberá garantizarnos a todos el goce de la seguridad, justicia, libertad, cultura y bienestar. Tarea suprema y prioritaria que no ha sido aún firme y sosteniblemente emprendida como responsabilidad compartida por Estado y sociedad.
Necesitamos una terapia de choque que nos despierte y haga conscientes en cuanto a que esa conversión de nuestra realidad solo la lograremos si activamos solidariamente un proceso de cambio con la participación ciudadana en política positiva, tomando posiciones y proponiendo y apoyando soluciones a los problemas que apremian nuestra vida colectiva.
La fecha en que traemos a la memoria el aniversario del nacimiento de nuestro prócer José Cecilio de Valle es una oportunidad propicia para urgir a la buena ciudadanía a irradiar pensamiento y acción que contagie, con patriotismo republicano, al resto de nuestros connacionales en aras del cambio necesario de la anómala realidad que experimentamos por una vida digna de iguales posibilidades y oportunidades para el progreso humano de la hondureñidad.
El pensamiento del Sabio Valle nos guiará en la dirección del cambio que necesitamos a la luz de nuestra evolución y necesidades presentes, si logramos interpretarlo en su enfoque integral como lo requiere el desarrollo y la democracia y seguridad que actualmente buscamos. En efecto, Valle se proyectó como jurista, economista, sociólogo, naturalista, periodista, político y estadista; y esto lo llevó a la esencia e interconexión necesaria de las ciencias, y sintetizó la ciencia política como la de gobernar para satisfacer las necesidades generales y lograr el bien común, sin detenerse ante los intereses políticos individuales o de grupos.
Para Valle se gobierna cuando se actúa con una sabiduría previsora materializada en un plan de gobierno y con una sabiduría activa hecha efectiva por la capacidad de ejecutar dicho plan, lo que crea confianza en el pueblo y se torna en el primer elemento del buen gobierno. La Honduras actual cuenta con un Plan de Nación y una Visión de País, así como con la voluntad del Presidente de la República de impulsarlo, tarea que para ser ejecutada eficazmente necesita del convencimiento y acompañamiento activo de la ciudadanía en el marco del respeto al Estado de derecho.
Para Valle, el Estado de derecho es esencial para el progreso porque la Constitución extiende el bien a todos y su conocimiento y aplicación irán formando el espíritu público, fortaleciendo nuestra libertad que depende del cumplimiento de la ley en todas sus partes por todos y de la conducta ejemplar de los servidores públicos pues 'si el funcionario infringe la ley debiendo dar ejemplo de su obediencia a ella, abre la puerta a que el resto del pueblo siga sus huellas tan perjudiciales'.
Como lo afirmó el Dr. Ramón Rosa, en su Biografía del Sabio Valle, si queremos ser ciudadanos libres dentro de una gran República es preciso que: 'Pensemos y obremos bajo los auspicios de nuestro derecho, de nuestra dignidad y de nuestra libertad;' y ' Demos vuelco a las tiranías de los hombres y a las tiranías de nuestros tradicionales errores; modelemos nuestra vida por el gran modelo de nuestro ilustre sabio; trabajemos con fe y con amor en pro de las ideas; y así reivindicaremos nuestra honra, asegurando, en esta tierra de nuestros recuerdos y de nuestras esperanzas, los sagrados fueros de la civilización y de la República'.
Si unimos buen gobierno con buena ciudadanía, asumiendo honesta, responsable y solidariamente nuestros deberes cívicos y la gestión del Estado con la explotación técnica y racional de nuestros recursos naturales y ventajas geográficas y competitivas, podremos lograr la conversión nacional y tener en perspectiva un viable futuro promisorio, tal como fuera visualizado, desde 1825, por nuestro eximio sabio José Cecilio del Valle, quien lo presentó así 'El Estado de Honduras es uno de los principales de nuestra República de Centroamérica.
Caracteres grandes lo distinguen de los otros Estados. La naturaleza parece destinarlo a ser uno de los más ricos y poderosos entre todos los del nuevo mundo'.
