Si supiera que el mundo ha de acabar mañana, yo hoy, aún, plantaría un árbol”. Martin Luther King Jr. Como una sugerencia y desde ya, Montaña Sagrada deberá declarar el laborioso y noble pueblo sampedrano a su principal fuente de vida, de oxígeno y agua: El Merendón.
Dicho nombre deberá ser inscrito legalmente cuando las diversas y robustas acciones ciudadanas emprendidas en su justificada defensa logren incidir en los diputados del Congreso Nacional para que rectifiquen derogando el Decreto 334-2013, vigente desde el 23 de enero de 2014, con el cual sustrajeron de la zona de reserva varios asentamientos en cinco tramos colindantes y el área núcleo del Parque Nacional Cusuco.
Según análisis realizados por la experta Ing. Diana Betancourt, con estos cambios quedan desprotegidos 20 kilómetros cuadrados, unas 2,000 hectáreas (28,620,500 varas cuadradas) de tierra permitiendo además planes urbanísticos para los asentamientos que pasan a ser parte de la zona urbana, la mayor de ellas en la zona noroeste.
De esta manera sentenciaron a muerte al pulmón de la ciudad, al santuario de la biodiversidad, a las fuentes de salud mental y física de sus habitantes, a la destrucción del medio ambiente contaminando los ríos y haciendo más vulnerables las zonas de recarga, sobre todo la de Armenta, fuente principal de suministro de agua del sector noreste que junto al noroeste son los sectores de mayor crecimiento poblacional, al favorecer la construcción de infraestructura depredadora y extractiva como hidroeléctricas y proyectos de vivienda, que a la fecha ya han causado irreparables daños cuyos responsables tienen nombres y apellidos. Este lesivo decreto ha sentado, además, un repudiable precedente para que la clase política y grupos de poder económico continúen actuando de acuerdo con sus desmedidas y perjudiciales ambiciones.
El Merendón fue declarada Zona de Reserva, originalmente 395 kilómetros cuadrados, mediante Decreto Legislativo 46-90, promovido por la Municipalidad de San Pedro Sula a través del Ing. Gabriel Kattán el 12 de julio de 1990. También el Parque Nacional Cusuco, 23,440 hectáreas de bosque nublado, fue declarado zona protegida por Decreto Legislativo 87-87, objeto de innumerables estudios de investigación de universidades nacionales y extranjeras. Su zona núcleo, ahora desprotegida, se ubica a una altitud de 1,800-2,242 msnm.
La Sierra del Merendón es una cordillera situada en la frontera oriental de Guatemala y Honduras, recorre los departamentos de Cortés y Santa Bárbara de oeste a este y de esta misma forma los departamentos de Zacapa e Izabal, en Guatemala. Al suroeste la limita el río Lempa y al norte el río Motagua. Se le conoce con varios nombres según su recorrido geográfico, Merendón en San Pedro Sula.
Defender y proteger El Merendón es además de un proyecto de vida, un merecido homenaje de reconocimiento permanente a quienes de una u otra manera han activado en su defensa y en especial al exalcalde don Antonio Bográn Morejón, quien exactamente hace un siglo, en su administración de 1917-1919, tuvo la clara visión de identificar los sitios de las principales fuentes de agua ubicadas en las faldas de El Merendón y que con el objetivo de ser protegidas por la Municipalidad, vislumbrando la San Pedro Sula del futuro, compró al Estado el título La Protección, de dominio pleno, en los cuales hoy están construidas las principales represas de Río de Piedras, Armenta, Santa Ana y La Puerta, que surten de agua a la ciudad.
El 80% del agua consumida por los sampedranos proviene de aguas subterráneas (75 pozos de la MSPS) y el 20% de fuentes naturales (cuatro represas), administrados por la Concesionaria de Aguas de San Pedro. Funcionan además más de 600 pozos privados. La deforestación de El Merendón incide en los ríos Zapotal, Santa Ana y Piedras, los principales abastecedores.
En contraposición a las conductas correctas en la búsqueda del bien común, que es la esencia de la política del bien ser, del bien saber y del bien estar, en la administración gubernamental local actualmente funge como regidor el hijo del Departamento de Cortés, quien en su condición de diputado en el Congreso Nacional fuera el promotor del repudiable y dañino decreto 334-2013. La historia, seguramente, no lo absolverá ni a quienes le acompañaron. Todas las estrategias de defensa son válidas.
Que los intereses corporativos no prevalezcan sobre los derechos humanos, especialmente el primero de todos... el derecho a la vida. Lo sagrado es el respeto a la vida, por lo tanto, todos somos guardianes de la montaña sagrada, El Merendón.