Actualmente se han reportado en los centros de salud del país (Honduras) 34 muertes por dengue grave en los seis meses que van del año 2019. Esto preocupa, ya que el total de casos de fiebre del dengue en ese período suman 10,390, de los cuales 3,598 son casos graves.
Es indudable que las lluvias aumentan la población del mosquito transmisor Aedes aegypti, lo cual desarrolla la epidemia. Pero el virus del dengue siempre está presente, desde su introducción en Honduras en 1969.
Es necesario entender que hay cuatro tipos de dengue: Dengue 1, Dengue 2, Dengue 3 y Dengue 4.
Cuando una persona desarrolla la enfermedad con uno de estos serotipos, desarrolla inmunidad contra ese serotipo, pero no contra los otros. Una segunda infección con otro serotipo desencadena el dengue grave, manifestado por hemorragia de las encías, dolor abdominal, náuseas y vómitos, a veces con sangre, moretes y rash en la piel debido al rompimiento de los capilares. Si no se reponen los líquidos y electrolitos, la persona puede morir en 24 horas.
Las personas más afectadas son los niños y jóvenes, pero también algunos adultos que no han sido expuestos al virus del dengue.
Existen pruebas de laboratorio para confirmar el tipo de dengue, especialmente ahora con los adelantos de la biología molecular.
La compañía farmacéutica ha desarrollado una vacuna contra el dengue que ha sido aprobada y es efectiva, pero se debe aplicar solamente a los que ya tienen anticuerpos contra el dengue.
Si alguien no ha sido expuesto al dengue, la vacuna lo predispone para desarrollar dengue grave cuando sea de nuevo infectado con el virus.
Esto lleva a la necesidad de hacer pruebas para anticuerpos a cada persona antes de ser vacunada.
Afortunadamente, hay pruebas rápidas para verificar esto.
El clima de incertidumbre que hay en el país afecta los sistemas de salud y es de temer un aumento de la epidemia de dengue en los próximos meses.