Los constituyentes nacionalistas encargados de redactar la Carta Magna de 1965 actuaron exactamente como habían actuado los parlamentarios liberales en 1957: excediéndose en sus funciones, y con mayoría en el Legislativo, procedieron también a nombrar como Presidente de la República al jefe de Estado y coronel Oswaldo López Arellano, para el sexenio 1965-1971, ascendiéndolo a general.
De la bancada liberal, solamente siete de los treinta diputados, acatando las órdenes del Central Ejecutivo, no concurrieron a ocupar sus curules.
Los restantes, en actitud abiertamente colaboracionista con el régimen que había derrocado cruentamente al mandatario Villeda Morales, asistieron a las sesiones de la Constituyente. Por vez primera, uno de los diputados, Azis Salomón Richmaway, era de ascendencia árabe.
La declaratoria de amnistía decretada por la Constituyente en junio permitió la liberación de una parte de los presos políticos, en tanto otros quedaron excluidos. La mayoría de emigrados retornó al país.
Ramón Oquelí afirma: “Durante varios meses de 1970 se hicieron intentos por eliminarla con el objeto de permitir la reelección de López Arellano, gozosamente la Constitución logró sobrevivir” (“Los siete añitos de la Constitución”. Gente y situaciones, Vol. 2, p. 330).
De su texto se eliminó la disposición que establecía la inviolabilidad constitucional, de acuerdo a Efraín Moncada Silva.
Siguiendo al mismo estudioso, la Constitución de 1965 pese a que en lo fundamental reprodujo en su mayor parte el texto de la de 1957, retrocedió en algunos aspectos: creó un Tribunal de lo Contencioso-Administrativo, pero omitió el establecimiento de la jurisdicción correspondiente, por lo que aquel quedó en el vacío; suprimió las definiciones que acerca de la nacionalidad y la ciudadanía tenía su antecesora; fijó en forma permanente y no rotatoria la presidencia de la Corte Suprema de Justicia; estableció la revisión en materia civil, no solo en materia penal; estableció en siete el número de magistrados de la Corte Suprema, que había sido de cinco.
Uno de sus aportes: el principio de la integración nacional... que no tuvo ningún resultado práctico.
Tras ocho años de gobiernos castrenses de facto, a partir del golpe de Estado de 1972, la Constituyente electa para restablecer el régimen de derecho, inició labores en julio de 1980, concluyéndolas en enero de 1982.