La creciente incertidumbre que se vive a nivel mundial y particularmente en nuestro país, derivada de problemas militares, políticos, sociales, económicos y ambientales experimentados en todo el orbe, ha provocado que los diferentes agentes económicos y analistas económicos y financieros de nuestro suelo patrio pierdan la confianza y expresen opiniones cada vez más deprimentes.
Lo anterior se puede comprobar con los datos publicados mensualmente por el Banco Central de Honduras (BCH), por medio de su “Encuesta de expectativas de analistas macroeconómicos”, en las cuales se refleja un continuo deterioro de las previsiones de los encuestados acerca de la actividad económica del país, especialmente en lo relativo a crecimiento económico, inflación y confianza en la actividad productiva nacional.
En diciembre del 2021, los entrevistados opinaban que el crecimiento sería del 6.0% al final del 2022 y de 4.1% durante el 2023; en febrero del 2022 estimaban que en el año se crecería un 4.1% y un 4.2% en 2023; en mayo del corriente se proyectaba un crecimiento del 3.8% y 4.1% para 2022 y 2023, respectivamente; sin embargo, en junio las cifras habían bajado a 3.4% y 3.8% para los años referidos.Mientras el crecimiento económico decrecía, las expectativas de una mayor inflación se incrementaban.
En diciembre de 2021 se estimaba una inflación de 4.83% para 2022 y de 4.92% para 2023; en febrero del corriente las expectativas de inflación alcanzaban un 5.81% para 2022 y un 5.27% para 2023; en mayo del presente año los datos mostraban un 7.62% y un 6.68% para 2022 y 2023 respectivamente; en el mes de junio recién pasado, las previsiones de inflación se habían elevado al 8.94% y 8.16% en dichos años.
El comportamiento del Índice de Confianza de la Actividad Económica incluido en la encuesta aludida, es congruente con las tendencias reflejadas por un menor crecimiento económico y una inflación cada vez mayor.
Así, en diciembre de 2021 el índice alcanzó 74.2 puntos; en febrero del 2022 cayó a 63 puntos; en mayo y junio del 2022 se redujo de 55.9 puntos a 52.6 puntos. Debo aclarar que las previsiones contenidas en la encuesta acerca de los aspectos macroeconómicos referidos suelen ser inferiores a las cifras mensuales efectivas publicadas por el BCH, lo cual es positivo.