¿Qué es el valor del perdón? Perdonar significa diferentes cosas para diferentes personas. Pero generalmente implica una decisión de dejar atrás el rencor y los pensamientos sobre venganza. Puedes aferrarte a tu enojo, rencor, e ideas de venganza - o elegir el perdón y seguir adelante. El perdón puede incluso llevar a tener sentimientos de comprensión, empatía y compasión para la persona que te hirió.
¿Por qué practicar el valor? El valor del perdón propiciará a creatividad y la productividad; distingue a los líderes; nos hará más propensos a hacer un esfuerzo extra; creará una gran cultura organizacional; nos ofrece muchas oportunidades de aprendizaje y asumiremos riesgos, seremos creativos, aprenderemos y desarrollaremos nuestro liderazgo. Obstáculos: Orgullo, autojustificación, indiferencia, amargura. ¿Cómo practicar el valor? Perdonar significa no ser un prisionero del pasado y señala que los líderes con una verdadera habilidad de transformación como Mandela o Mahatma Ghandi parecen haberlo entendido.
Ya que cuando se perdona no se puede cambiar el pasado, pero sí el futuro. El perdón es comprometerse a un proceso de cambio personalizado. Para pasar del sufrimiento al perdón, quizás tú reconozcas el valor de perdonar y cómo puede mejorar tu vida, elijas perdonar a la persona que te ha ofendido, te apartes de tu papel de víctima y liberes el control y el poder que la persona que te ofendió.
Los líderes pueden trabajar en aumentar su capacidad de perdonar al seguir estas sugerencias:1.- Tener empatía: La capacidad de ponerse en el lugar del otro. ¿Por qué ocurren ciertas cosas? ¿Por qué esa persona hizo o no hizo algo?2.- Mantener el control emocional: “Cuando uno se enoja, siente la ira creciendo en el cuerpo”, dice Kets de Vries.
Así que en vez de explotar y contribuir a que la situación empeore, lo mejor es calmarse y reflexionar pero sin obsesionarse, ya que al hacerlo también se complican las cosas.3.- Tener madurez: El experto enfatiza en que la capacidad de perdonar requiere un cierto grado de madurez. “Piensa en Nelson Mandela en su celda durante 27 años. Probablemente también tenía su temperamento, pero aprendió la necesidad de modificarlo”, dice.
Desafíate a ti mismo: ¿Guardo rencores o resentimientos en mi corazón? Daré yo el primer paso para sanar las relaciones que se han fracturado por falta de perdón.