En la joven historia democrática de casi 40 años se registran ya casi 10 campañas electorales en el país, que han saturado lugares de propaganda electoral, a veces con evolución y otras con involución. Cansados del ruido de la propaganda electoral, a algunos ciudadanos les molesta el cívico despliegue propagandístico, mientras que otros lo viven como una fiesta; veremos qué nos traen en este año con pandemia.
Este día rebosan pancartas, ciudades y lugares inundados de propaganda y medios de comunicación con pautas de publicidad política, es 23 de enero e inicia la propaganda electoral la que podrá realizarse dentro de los 50 días calendario anteriores a la práctica de las elecciones internas y primarias, según la ley.
“Propaganda Electoral es la actividad que persigue ejercer influencia en la opinión y en la conducta de los ciudadanos para inducir el voto a favor de determinado candidato, partido político, alianza o candidatura utilizando principalmente los medios masivos de comunicación”.
Hay preguntas que son toda una tesis y hasta escuelas de pensamiento como si la ideología política dejó de ser importante en democracias donde impera el populismo y la propaganda, y si luego de esto la izquierda y derecha ya no son determinantes, sino solo el marketing político, ¿o hay ejemplos de países donde haya populismo y la ideología tenga valor?
El uso generalizado de la propaganda nazi es, en gran parte, responsable de que el término de propaganda haya adquirido connotaciones negativas de como un partido influía en la opinión pública a través de la propaganda en los medios de comunicación: cine, televisión, radio y muchas pancartas.
Hay países donde para hacer campaña el financiamiento de los partidos políticos es mixto, público y privado, con el cual también se compra la propaganda electoral. En otros países la autoridad electoral tiene el monopolio de compra de espacios publicitarios para luego distribuirlos equitativamente entre las organizaciones políticas.
Este año en Honduras, donde existe el financiamiento mixto, pero para elecciones primarias sólo debe ser privado, se implementarán las auditorías in situ por parte de la Unidad de Política Limpia, y es la supervisión presencial a los eventos públicos de los precandidatos de los movimientos con el objeto de corroborar el cumplimiento de las obligaciones y veracidad de los informes presentados ante la propia Unidad.