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Jesucristo es la Navidad

La Navidad es una festividad cristiana, en la que se conmemora el nacimiento de Jesucristo en Belén. La Navidad en Honduras es una época de tradición familiar, encuentro, reconciliación, peticiones de paz, amor y prosperidad, el árbol de Navidad, los regalos, la comida y las salidas en familia a las ferias navideñas.

Sin embargo, la esencia de esta festividad se ha ido perdiendo con el tiempo y el modelo comercial imperante en el mundo ha transformado lo espiritual en una ocasión de derroche y que la vanidad brille.

Durante todo el año, escuchamos a las personas quejarse de los precios de los productos en el mercado, sin embargo, en Navidad estas quejas son desestimadas y las calles y los centros comerciales se llenan de individuos ansiosos de comprar lo que necesitan y lo que no, olvidando que en esta época las mercancías son aún más costosas.

Ciertamente, efectivas son estas estrategias comerciales, que estudios como en España, Estados Unidos y Colombia revelan que en diciembre se realizan el 50% de las compras equivalentes a todo el año. Pero en Honduras las estrategias comerciales actualmente no impactan en el ánimo del consumidor.

Expertos comerciales prevén que el pesimismo de consumidoras y consumidores afecte el consumo privado en esta temporada, es decir que la Navidad de 2022 podría ser especialmente austera, lejos de lujos, adornos y excesos, familias enfocadas a la satisfacción únicamente de lo mínimamente necesario; pero con mucha tristeza muchas otras familias no pueden ni con lo mínimamente necesario.

Es evidente que los altos índices de desempleo, la falta de oportunidades y la ausencia de ingresos son causas determinantes de la pobreza endémica que impiden disfrutar la celebración navideña en la mayoría de los hogares de Honduras.

Lamentablemente, el corazón humano asocia la Navidad con regalos, fiestas, colores, luces y muchísimas cosas alegres, sin embargo, en el mundo y, particularmente en Honduras, existen cientos de miles de personas pobres que no pueden ser parte de estas celebraciones tan marcadas por el consumismo.

En la Navidad del consumismo se excluye a los pobres, pero en la Navidad del Señor Jesucristo todos somos incluidos y llamados para recibir nuestro precioso regalo de Salvación Eterna, si confesamos con nuestra boca que Jesucristo es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios lo levantó de los muertos, serás salvo. Este regalo de Salvación es gratis.

Cuando Jesús nació el gozo en los cielos fue tan grande que no se pudo contener, repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios y decían: ¡Gloria a Dios en las alturas, y en la Tierra paz, buena voluntad para los hombres! (Lucas 2:13-14).Bienaventurada la nación cuyo Dios es nuestro Señor Jesucristo, el pueblo que él escogió como heredad para sí (Salmos 33:12).Queda planteado.