Columnistas

La unión frente a los desafíos del país

Los hondureños no podemos continuar esperando que los políticos perversos y los malos ciudadanos sigan conduciendo el país hacia el despeñadero, donde a las nuevas generaciones solo les espera el desencanto, la tragedia, el dolor, la injusticia y la pobreza.

Si la fortaleza de los malos ha sido estar unidos y dividir a los buenos, entonces el gran reto de los buenos, que somos la mayoría, es la unidad, conformando estructuras sociales que permitan luchar contra aquellos sectores dañinos que incrustados en el poder político, o en un grupo particular egoísta, evitan que el bienestar llegue a la colectividad.

Ya basta de tanta indiferencia, dejando que los que nos desgobiernan hagan y deshagan. Ya no más insensibilidad frente al hondureño que migra hacia tierras lejanas porque aquí no se le ofrecen oportunidades; no más luto por nuestros niños y jóvenes que caen por el fuego de la violencia; no más tormento para esos padres que no tienen cómo mandar a sus hijos a la escuela y al colegio.

Igual, ya no más emprendedores atropellados por unas reglas impositivas que ahuyentan la esperanza. A estas alturas, Honduras no debe estar postrada, sino caminando por la senda de la paz y la prosperidad, guiada por la unión de los que la aman, quienes en una sola lucha sean capaces de impulsar los correctivos de aquellos poderes que creemos no han funcionado para las mayorías.

Grave error es seguir permitiendo que algunos servidores públicos continúen haciendo y deshaciendo, viviendo permanentemente en campaña política para quedarse en el poder. Ninguno merece la reelección, ellos mismos deben aceptar que no hicieron lo que debieron haber hecho, por eso seguimos hablando de Juan Manuel Gálvez y Ramón Villeda Morales, cuyas vidas fueron modelos a imitar.

Es el momento de que buenos hondureños enfrentemos juntos una serie de desafíos, como el que se presenta actualmente con la elección de los nuevos magistrados a la Corte Suprema de Justicia, que deben ser los hondureños más probos y valientes, capaces de defender la independencia de un poder altamente cuestionado. De lo contrario seguiremos avanzando hacia el abismo.

*Empresario