Columnistas

La violencia contra la mujer y la impunidad

Las muertes violentas de mujeres y femicidios se ha convertido en un problema en Honduras. Varía de acuerdo a los contextos sociales, culturales, económicos y políticos, y las mujeres la padecen a lo largo de su vida. La OMS establece que “la violencia contra la mujer -especialmente la ejercida por su pareja y la violencia sexual- constituye un grave problema de salud pública y una violación de los derechos humanos de las mujeres”.

Estas violencias muchas veces pasan inadvertidas en su núcleo familiar y son descubiertas cuando ya es demasiado tarde y han afectado la salud física, mental y sexual de las mujeres, lo cual, muchas veces, resulta en consecuencias fatales como la pérdida de la vida que es el bien tutelado por el Estado. Entre los factores asociados para que una mujer sea víctima por parte de su pareja figuran un bajo nivel educativo, haber presenciado escenas de violencia entre su padre y madre y el maltrato infantil, que con el tiempo se convierte una aceptación de la violencia; además, la forma cómo se educa, el estilo de crianza, la violencia que se vive en el interior de las familias y la manera de resolver los conflictos finalmente condicionan la conducta futura de los niños.

De acuerdo con el INAM, “la violencia contra las mujeres en Honduras es una práctica cultural generalizada, que viola los derechos humanos y libertades fundamentales de las mujeres… atenta contra su integridad física, psicológica, sexual y patrimonial”; sumado a ello, la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer establece que “se deben tomar las medidas apropiadas, incluso de carácter legislativo, para asegurar el pleno desarrollo y adelanto de la mujer, con el objeto de garantizarle el ejercicio y el goce de los derechos humanos y libertades fundamentales en igualdad de condiciones con el hombre” tarea nada fácil en un país donde una mujer muere violentamente cada 18 horas, es también un llamado a los políticos para permitan la participación de las mujeres en igualdad condiciones para impulsar políticas que cambien la cultura de violencia que impera.

*Directora de los Observatorios contra la Violencia de la UNAH