La lluvia de estrellas es en realidad de meteoros (comúnmente llamados estrellas fugaces). Las estrellas fugaces se ven cada vez que un resto de la cola del cometa, de un tamaño entre un grano de arena y un guisante, entra en la atmósfera y se incendia. No son, por tanto, estrellas, sino meteoros.
La lluvia de perseidas comienza habitualmente a verse desde el 17 de julio y termina aproximadamente el 24 de agosto. Las perseidas también reciben el nombre popular de “lágrimas de San Lorenzo” por la proximidad del máximo fenómeno al 10 de agosto, día de la festividad de este mártir. La lluvia de estrellas de las perseidas se produce cuando la Tierra pasa cerca del cometa Swift-Tuttle, que pasó por última vez cerca de la Tierra en 1992.
En esa noche nuestro planeta se encuentra con diminutas partículas de polvo a una velocidad que supera los 200,000 kilómetros por hora. Estas partículas, sometidas a temperaturas abrasadoras de alrededor de 5,000 grados, experimentan una combustión al atravesar la atmósfera, aproximadamente a una altitud de 100 kilómetros.
El resultado de tan magnífico acontecimiento se traduce en deslumbrantes resplandores lumínicos que adornan el firmamento nocturno.
Son visibles desde todo el hemisferio norte en pleno verano. Las velocidades de estos meteoros pueden superar los 50 kilómetros por segundo y su tasa de actividad puede llegar a los 200 meteoros por hora, aunque lo habitual en condiciones óptimas es observar entre 80 y 100 durante ese tiempo.
Su alta actividad, junto con las condiciones atmosféricas favorables para la observación durante el verano boreal, hace que esta lluvia de meteoros sea la más popular, y la más fácilmente observable de las que tienen lugar a lo largo del año.
¿Cómo ver las perseidas?
Para poder disfrutar en todo su esplendor de la lluvia de perseidas, se recomienda encontrar un lugar alejado de los núcleos urbanos, en el que haya la menor contaminación lumínica posible. No es necesario utilizar telescopios ni ningún instrumento óptico.
Es importante recordar que nuestros ojos tardarán unos 30 minutos en adaptarse a la oscuridad, por lo que también es recomendable no usar el móvil para evitar que el brillo del teléfono afecte negativamente a la visión.
El lugar de observación puede ser cualquiera con tal de que proporcione un cielo oscuro. Es preferible observar desde un lugar que tenga pocos obstáculos para la vista (como edificios, árboles o montañas), y no utilizar instrumentos ópticos que limiten el campo de visión.
Aunque parecen venir de la constelación de Perseo (de ahí su nombre), se pueden ver en cualquier parte del cielo. Conviene dirigir la mirada hacia las zonas más oscuras. Lo más cómodo es acostarse en el patio de tu casa y esperar a que la vista se acostumbre a la oscuridad.
El número de meteoros observados por hora puede variar muy rápidamente según varía la densidad de fragmentos en la estela del cometa, por ello las predicciones concretas sobre el número específico de meteoros dependiendo del día y la hora son difíciles de realizar. Las perseidas también se podrán seguir en directo en el canal sky-live.tv.