Enrique Jardiel Poncela, dramaturgo y autor de la divertida novela “La tournée de dios” (1932) y de “Amor se escribe sin hache”, pensaba que “los hombres que tienen nada importante que decir hablan a gritos” así como que “los muertos, por mal que lo hayan hecho siempre salen en hombros”. Creía que “la juventud es un defecto que corrige el tiempo” y que “la muerte tiene una sola cosa agradable, cual son las viudas”.
El gran Bob Hope sentenciaba que “La Navidad es para que nos amemos. Pero ¿por qué hay que esperar un año para volver a hacerlo?”... “Aprende que te haces viejo cuando las velas cuestan más que el queque”, “Ningún partido puede engañar a toda la gente todo el tiempo: por eso tenemos dos”. “A mi vecino le instalaron un marcapasos pero hubo errores. Cuando hace el amor se abre el portón de mi garaje”. “No sé que tiene la gente contra el gobierno si no hace nada” “Con la música de hoy, si quitaran las palabrotas sería música”.
Groucho Marx es considerado entre los mejores humoristas del orbe. Creció en Nueva York con hermanos que luego lo acompañarían en sus espectáculos. Fue activo luchando por la libertad de expresión; persona inteligente y de humor afilado que dijo: “Todo mundo puede hacerse mayor, sólo requiere vivir el tiempo suficiente”. “El secreto de la vida es la honestidad y el trato justo. Si finges bien lo tienes hecho”. “La televisión es educativa. La encienden y me retiro a leer un libro”.
Sintetizó algo que ocurre con ciertos escritores: “Desde que cogí su libro caí al suelo rodando de risa. Un día espero leerlo” y “recuerdo perfectamente la primera vez que disfruté del sexo, conservo el recibo”. O irónico aconseja: “Hijo mío, la felicidad está en pequeñas cosas: un pequeño yate, una pequeña mansión, una pequeña fortuna”. “No reírse de nada es de tontos, reírse de todo es de estúpidos”. “El matrimonio es la principal causa del divorcio”. “¿Por qué lo llamas amor cuando quieres decir sexo?”, así como “Nunca veo películas donde el pecho del héroe es mayor que el de la heroína”.
Profundo es cuando interroga: “¿Por qué debe preocuparme la posteridad? ¿Qué ha hecho ella por mí?”. “Si las mujeres se vistieran para los hombres las tiendas no venderían. Quizás un par de anteojos”. Y por último: “No piense mal de mí, señorita, mi interés es sólo sexual”. “Hace tiempo conviví con una mujer hasta descubrir que sus gustos eran exactos a los míos: le gustaban las chicas”. “Las esposas sienten que no bailan lo suficiente”. “¿Quiere usted casarse conmigo? ¿Es usted rica? Conteste primero la segunda pregunta”. “No soy vegetariano pero como animales que lo son” concluyendo con “Un hombre es joven hasta donde su mujer dice” y “¡Brindemos por nuestras novias y nuestras esposas!... ¡Que nunca se encuentren!”.
No menos agudo aunque más intelectual y filosófico es Gabriel García Márquez, autor de extraordinarias narraciones. “No es verdad que la gente deja de perseguir sueños porque se hace vieja, sino que se hace vieja porque deja de perseguir sus sueños”. “No puede llover toda la vida”. “Te quiero no por quien eres sino por quien soy cuando estoy contigo” y la muy bella reflexión: “Los seres humanos no nacen para siempre el día en que sus madres los alumbran sino que la vida los obliga a parirse a sí mismos una y otra vez”.