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Millones de lempiras se esfuman en el Trans-450

Todo era una fiesta, el alcalde de la capital, Ricardo Álvarez, rodeado de sus principales asesores y empresarios de la construcción, anunciaba la obra del Trans-450, que era un proyecto orientado, según el edil capitalino, a mejorar la calidad de vida de los más pobres, facilitándoles el transporte para trasladarse de un lugar a otro de manera segura, higiénica, barata, rápida y eficiente. No era para menos, la consigna principal del alcalde Álvarez durante su campaña para ocupar el cargo fue “Primero los pobres”.

Algunos que viven en la zona donde iba a funcionar el moderno transporte, que cuentan con vehículo propio, hasta estaban pensando abandonarlos y hacer uso del cómodo recurso que el alcalde anunciaba.

Cuando en abril del 2013 se inició la construcción, ya se contaba con parte del financiamiento; recursos que provenían del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y luego vendría una ampliación de esos recursos con un préstamo del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), y otras instituciones de financiamiento internacional, lo que, sumados con recursos propios de la comuna capitalina, daban la cantidad de 58 millones de dólares.

Como siempre ocurre con los préstamos de organismos de crédito internacional, los desembolsos del dinero se hacen con pocas regulaciones acerca de la sostenibilidad de los proyectos. En definitiva, a los bancos lo que les interesa es la capacidad que tienen las naciones para pagar las deudas. Cuando todavía la obra en construcción estaba con un pobre avance, la Alcaldía empezó a pagar el capital, más los intereses.

En una investigación que hizo este diario (EL HERALDO) y que fue publicada el 31 de agosto del 2021, se constató que Honduras había pagado a esa fecha la cantidad de 340 millones de lempiras en abono al capital e intereses. En unos 25 años terminaremos de pagar esa deuda.

Por un tiempo, las autoridades municipales mantuvieron la esperanza de finalización del Trans-450, haciendo anuncios e inaugurando tramos de este. El exalcalde “Tito” Asfura juró y perjuró que la obra sería concluida antes que terminara su mandato, hasta anunció que el método de pago del servicio de transporte no se haría en dinero, sino que a través de una tarjeta.

Lo último es que las nuevas autoridades de la Alcaldía capitalina encabezadas por Jorge Aldana han declarado que “esa obra queda cancelada y partir de la fecha ya están los carriles habilitados. El Trans será cosa del pasado”, ha reiterado el alcalde.Se dio a conocer la nota de defunción de la obra millonaria, pero, algo quedó inconcluso: no se estableció en la nota la causa de su muerte.

Si lo presupuestado se ejecutó para la construcción y la obra fue clausurada sin los resultados esperados, no es difícil concluir que los recursos no se invirtieron en lo programado y que tomaron otro destino.

En un país donde su capital tiene una serie de dificultades, con algunos de sus asentamientos humanos que se están hundiendo, con calles llenas de baches, con carencia de mercados públicos y una pobre asistencia social, lo ocurrido con el Trans-450 es una vergüenza.