Europa está loca, lo que es signo de repetición histórica pues cuando arrancó la primera guerra mundial (resisto escribirla en mayúsculas) los imperialismos europeos ya venían amenazándose por décadas y lo único que faltaba era un detonante de confrontación, lo que ocurrió con el asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria a manos del nacionalista serbio Gavrilo Princip en Sarajevo (Bosnia), junio de 1914.
Como relata la maravillosa película “1900” (Novecento) de Bertolucci (música de Morricone) ir a batalla se convirtió en una aventura caballeresca y romántica deseada por los jóvenes de inicios del siglo veinte, quienes se veían, desde ya, con lúcidos uniformes y pulidas y heroicas armas, cual dictaba el pensamiento militar prusiano del momento. Dice Veritasmedios.org que al estallar la guerra en agosto de 1914 “hubo grandes manifestaciones de entusiasmo. En calles de París, Berlín, Viena, San Petersburgo y Londres multitudes se reunían a celebrar el inicio de la contienda. Los hombres llenaban las oficinas de reclutamiento y las mujeres buscaban ayudar al esfuerzo bélico. Hubo desfiles, música, vítores, flores para despedir a los soldados que marchaban al campo de lucha. Pensaban que la contienda sería corta y rápida pues nadie esperaba la intensidad de lo que seguiría: el terror de la guerra”. La “civilizada” Europa se destruiría a sí misma.
Prusia consideraba que los valores militares de obediencia y valor eran superiores a los valores civiles; el militarismo se imponía. Tan sucia guerra fue horror, exterminio, el mayor desangre conocido por la humanidad y donde diez millones de soldados, sobre todo muchachos, se empantanaron en trincheras ratoniles, lodosas y malolientes, si no atacadas con gas mostaza, hasta el arribo de la muerte.
El título de esta nota: “la guerre éternelle” est un roman de science-fiction de l’écrivain américain Joe Haldeman paru en 1974 en langue originale, puis publié en France en 1976. Quiere mi francés sorprender al lector.
La noticia de esta semana deja la boca abierta. Titula: “La Unión Europea insta a los ciudadanos a preparar kits de supervivencia” dada una supuesta invasión de Rusia. Se pretende así fortalecer la preparación civil y militar de Europa por si hay guerra y que los hogares dispongan de un kit de supervivencia para 72 horas: agua y comida para tres días, medicamentos, linterna y baterías, abrigos y mantas, calefactores, combustible. O sea que la comunidad europea se alista a incrementar el conflicto de Ucrania situando tropas en ese país pero, esencialmente, sembrando en la conciencia de sus ciudadanos odio y miedo a otro pueblo que no hace más que protegerse de la verdadera invasión, la de OTAN.
¿Qué hay tras ello? Trump lo ha revelado y es apropiarse de las millonarias riquezas de Ucrania: maíz, trigo, girasol, remolacha, cebada, soja, colza, tomates, repollo, manzana, calabaza, pepino, zanahoria, centeno, nuez, cebolla, avena, sandía, ciruela, sorgo, ajo, pimienta, albaricoque, melón, cereza, fresa, frambuesa, grosella, melocotón, petróleo, oro, plata y minerales raros: monacita, bastnasita, titanio, zirconio, xenotima, litio (tierras raras). Se devela la avaricia imperial del siglo XXI...
