Opinión

Día de la Mujer: Una carta de amor para usted

Sabíais vuestras merced que como la más delicada fragancia de las flores; la canela, el clavo de olor: Las mujeres son analógicas a los perfumes?

Los perfúmenes son misteriosos, al primer momento intrigan, luego emocionan y después enloquece a quien lo disfruta, las mujeres hacen lo mismo en el hombre. Si mezcláis: fragancia, armonía, esencia y belleza -elementos estos que juntos forman la más bella expresión de ternura e imaginación, que es la mujer-, son un poema y una canción y una fragancia.


Porque son inspiración de poetas – ¡son idilios!-. Por tener la altivez del pavo real, la sencillez de la paloma, a ellas: ¿Ni con el pétalo de una rosa…?

Hay mujeres con olor a campo, a hierba fresca y a flores: Con olor a maíz y ganado, a rocío de la mañana, a ceniza.- Mujeres que son raíces de muchos que hoy se avergüenzan de ellas…

Siempre son, y serán, el abrigo y el trampolín de sus vástagos: Quienes las admiran de niños, las aman de adolescentes y las disfrutan de adultos.

Hay recipientes de perfumes, que presentan: Pomposidad, Elegancia, Fama (como vuestra bien amada señora Doña Dulcinea del Toboso), pero en su interior –su fragancia– nos indica que es de mala calidad.- Existen mujeres que aparentan belleza, clase y distinción, -¡ Pero ! luego, nos damos cuenta que no valió la pena, porque encontramos en ellas orgullo, vanidad e hipocresía…


Combinar interior con exterior es el trabajo del artista: Ver el interior del cristal es ver el corazón.- La mujer como el vaso más frágil. 'Dotada del espíritu del Águila, por alcanzar las alturas del Halcón';

Fueron creadas pensando y viendo la necesidad que el primer hombre tuviera con quien entrar en controversia: Tiene la virtud de dar vida. El hombre fue y es capaz de ser envuelto en sus encantos y 'Morder la Manzana'.

- '¡Por su inocencia o su codicia son enemigas de la serpiente!'.

Astutas como el ** Caballo de Troya **, ágiles para descubrir los más profundos sentimientos y usarlos a su favor y luego, ¡depredar su presa!

Son capaces de cambiar el amor por el oro, los ojos negros por los azules y los verdes.

Muchos perfumes, por su precio, afirman – creyendo que ¨lo caro es bueno¨- fascinar con su fragancia, los destapamos y aspiramos hondo su olor y descubrimos que no siempre lo caro es lo mejor.

También hay mujeres; muchas por su belleza, inteligencia… se enorgullecen: En cambio, lo humilde, frágil, delicado, en un perfume y en una mujer, encanta.

Son brisa y son tormenta, son nieve y verano, frío y fuego.- Pueden pecar mil veces y recibir perdón un millón.

Endulzan y perfuman el 'seol' de la vida: resucitar corazones sin esperanzas.

Las mujeres son como el perfume, que penetra a lo más íntimo del corazón; Pero no deben ser como el perfume, porque éste se disipa.

Hay perfúmenes que son hechos de jazmines, peonías, rosas, margaritas… gardenias.- Hay mujeres que son hechas con ternura, comprensión, valor humildad inteligencia… Belleza.

Muchas son como el Sándalo que perfuma el hacha que lo hiere, y esa es la mejor fragancia para su amado.

La fragancia del amor, en una mujer, inunda de armonía y unidad y comprensión… el corazón de todo hombre, y esa es: la fragancia de la Mujer.

(Y aun no entiendo por qué Dios no las creó primero; - Tal vez porque al hombre lo hizo del polvo de la tierra y a la mujer de pétalos de rosas. La tierra es fortaleza, las flores… Ternura)

Tened cuidado!

Criado de vuestra excelencia,

R. M. y Sancho.

En la Villa de Santa María de la Inmaculada Concepción de la Nueva Valladolid de Comayagua, en el Departamento del Asno, 19 diciembre 1988

A la edad de los 12 años.

TEMA: FRAGANCIA DE MUJER.


**Sus mejillas, como una era de especias aromáticas, como fragantes flores; sus labios, como lirios que destilan mirra fragante…

Tus renuevo son paraíso de granados, con frutos suaves, de flores de alheña y nardos; nardo y azafrán, caña aromática y canela, con todos los árboles de incienso; mirra y áloes, con todas las principales especia aromáticas…**

Y así, las alabó Salomón en sus Cantares.


*La palabra correcta en plural es perfumes, y no “perfúmenes” como aparece en algunas partes aquí, adrede por el escritor.