El periodismo hondureño está de luto una vez más con el asesinato del comunicador social German Vallecillo Jr. y su camarógrafo Jorge Posas, quienes fueron tiroteados ayer en una calle de la ciudad de La Ceiba, de donde eran originarios y trabajaban para un canal de la televisión local.
El doble crimen se ha ejecutado a plena luz del día y en medio de las medidas de confinamiento que están vigentes en todo el país por la pandemia del coronavirus.
German Jr., quien era hijo del conocido periodista German Vallecillo que por años fue corresponsal de la Corporación Televicentro, iba camino a celebrar su cumpleaños cuando fue atacado por desconocidos.
Las autoridades han llegado -como siempre- a asegurar la escena del crimen y anunciar una investigación sobre las posibles causas y la identificación de los asesinos, que han huido impunemente del sitio donde cometieron el atroz crimen.
El doble asesinato nos recuerda que Honduras es uno de los países del continente americano más peligroso para ejercer el periodismo y con menos libertad de prensa; que con German y José suman más de 85 los periodistas, comunicadores sociales y trabajadores de medios de comunicación que han sido asesinados en las últimas dos décadas, y que el 93% de los casos se encuentran impunes.
Esperemos que el crimen de los jóvenes asesinados en La Ceiba no pase a formar parte de esa oscura lista, y que el Estado -que parece haber olvidado que está obligado a garantizar la vida de sus ciudadanos y el derecho a la libertad de expresión e información de su sociedad-, active sus aparatos de investigación para dar con los asesinos y llevarlos ante la justicia.
Ya es tiempo que comiencen a dar pasos en firme para cerrar el círculo de impunidad que prevalece alrededor de los crímenes de los periodistas y los comunicadores sociales.
Demandamos justicia para German y José.
