Octubre es el mes de la sensibilización y concienciación sobre el cáncer, una de las principales causas de morbilidad y mortalidad en el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Este mal, que afecta tanto a infantes como a jóvenes y adultos, exhibe también la desigualdad en el mundo: siete de cada diez muertes por cáncer se registran en países de ingresos medios y bajos.
En ese contexto, nuestro país no es la excepción y los servicios de salud públicos adolecen de muchas limitantes, como la falta de medicinas, de infraestructura y de acceso a tratamientos adecuados para luchar contra la enfermedad. Igual de grave es la falta de diagnóstico temprano así como la de prevención, porque algunos tipos de cáncer se pueden prevenir.
Si el impacto de un cáncer avanzado en la vida de un paciente y su familia es devastador, la suma de cada caso detectado tardíamente lo es también para los precarios recursos, muchas veces mal administrados, del sistema de salud público.
De allí que la detección temprana y la prevención merezcan especial interés. No solo se debe crear conciencia en la población sobre la importancia de las revisiones médicas para detectar el cáncer, un diagnóstico temprano aumenta las posibilidades de supervivencia y es más barato, también hay que educar y enseñar a reducir los factores de riesgo de la enfermedad.
Y es que, sobre este último aspecto, hay que reconocer los malos hábitos de muchos hondureños que no hacen ejercicio físico, tienen sobrepeso y no siguen una dieta saludable que incluya frutas y verduras, además fuman e ingieren bebidas alcohólicas, aumentando el riesgo de padecer cáncer.
Por supuesto, hay otras circunstancias que no pueden dejarse por fuera, como la contaminación o la pobre cobertura sanitaria que dificulta a muchos hondureños hacerse sus revisiones periódicas.
El reto es que cada familia hondureña tome conciencia y se empodere en procura del bienestar integral de sus miembros, pero también que el sistema de salud responda ante las necesidades de la población para prevenir, erradicar o tratar enfermedades.