El primer incendio del año 2022 registrado la semana pasada en las faldas del cerro Cantagallo, que rodea esta capital, presagia una temporada seca con mucha destrucción de los bosques a nivel nacional si no se trabaja conjuntamente en la prevención.
Los datos del Instituto de Conservación Forestal (ICF) revelan que el año pasado a nivel nacional se registraron 817 incendios forestales que afectaron 90,547 hectáreas de bosque. Una cifra preocupante.Solo en el departamento de Francisco Morazán se dieron 182 eventos de esta naturaleza, en Olancho 136, en Gracias a Dios 76 y en Yoro 62 casos. Los análisis detallan que a partir de enero los casos de incendio en los bosques van en aumento alcanzando su pico en abril y luego tienden a desaparecer entre julio y agosto.
Aunque el ICF posee un plan de lucha contra los incendios forestales elaborado dentro del marco del Comité Nacional de Protección Forestal (Conaprofor), el cual está integrado por una veintena de instituciones y organizaciones, es urgente que las comunidades tomen conciencia de la necesidad de velar por el medio donde viven y que, por otro lado, el gobierno central preste más atención a este tema.
En su discurso de toma de posesión la presidenta Xiomara Castro hizo alusión a la conservación del ambiente y dijo que en su cuidado el gobierno trabajará unido con las Fuerzas Armadas. Si esto se cumple entonces hay esperanzas de que Honduras recupere su verde floresta.Pero la responsabilidad no debe recaer en unos pocos, todos debemos ser partícipes en la lucha, comenzando por seguir ciertas recomendaciones como el no arrojar colillas ni fósforos encendidos al suelo, no lanzar residuos que puedan iniciar un fuego y no encender fogatas en cerros, humedales, parques, así como evitar quemas agrícolas, de basura o material vegetal.