Que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) haya declarado al municipio de San Marcos de Colón, Choluteca, como Reserva del Hombre y Biósfera es para que los hondureños nos sintamos orgullosos de nuestros pueblos y de nuestros recursos naturales.
En estos momentos que la Tierra necesita recuperar su fuerza, esta nominación internacional también trae consigo una gran compromiso tanto para el Estado como para la población, en cuanto a la protección de nuestra floresta y su biodiversidad.
La UNESCO considera las reservas de biósfera como zonas de ecosistemas terrestres o costeros, marinos o una combinación de los mismos, reconocidas como tales en un plano internacional en el marco del Programa sobre el Hombre y la Tierra (MAB, por sus siglas en inglés).
Con estos sitios se busca impulsar la relación armoniosa entre las poblaciones y la naturaleza, promover el desarrollo sostenible, el intercambio de conocimiento, la reducción de la pobreza y el respeto a los valores culturales, entre otros.
La iniciativa para que San Marcos de Colón alcanzara el reconocimiento internacional fue liderada por el Instituto de Conservación Forestal y las autoridades locales, respaldados por la población.
En el marco de la 29 reunión del Consejo Internacional del Programa MAB/UNESCO, que comenzó el lunes 12 de junio reciente en París, la solicitud hondureña fue aprobada, dándole así al país la cuarta Reserva del Hombre y Biósfera.
Los hondureños ahora cuentan con la Reserva del Hombre y Biósfera del Río Plátano, declarada patrimonio de la humanidad, la Reserva del Hombre y Biósfera del Trifinio-Fraternidad, la Reserva del Hombre y Biósfera Cacique Lempira Señor de las Montañas y la Reserva del Hombre y Biósfera de San Marcos de Colón.
Honduras, una nación exquisita en recursos naturales, siempre ha estado en la mira de la UNESCO, sin embargo, la imparable deforestación, los incendios forestales y la plaga del gorgojo descortezador tienen en peligro tal riqueza, por lo que es necesario adoptar medidas más rigurosas para su conservación.