Son muchos los hondureños que inician este fin de semana su desplazamiento al interior del país, a los sitios turísticos, a sus lugares de origen, y al extranjero, si sus capacidades económicas se lo permiten, en ocasión de las vacaciones de Semana Santa.
Las autoridades proyectan la movilización a lo largo de la semana de al menos dos millones de personas, por lo que desde ayer impulsan un amplio plan de prevención de accidentes y asistencia a los vacacionistas a nivel nacional, en el que se involucran unas 30,000 personas de organismos policiales y cuerpos de socorro, entre otros.
Pero los esfuerzos de las autoridades no serán suficientes si no se cuenta con el pleno apoyo y la atención a las indicaciones por parte de la ciudadanía, llamada a respetar la legislación de tránsito vigente, pero, lo más importante, a preservar la vida de su familia y de terceros que, por cualquier causa, sean víctimas de un accidente que un irresponsable conductor pueda ocasionar.
El cuidado de los menores de edad en las playas, balnearios o cualquier sitio concurrido o no, es otra responsabilidad a tener en cuenta de la larga semana de vacaciones.
Es importante no olvidar el sentido de esta celebración es un tiempo en el que los cristianos conmemoran y reviven los misterios centrales la fe: la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo, que constituyen el misterio pascual, el centro de la vida del Señor.
No desconocemos que las vacaciones son también importantes y necesarias para el bienestar físico, mental y emocional de las personas, pero queremos recalcar que quienes tienen las posibilidad de gozarlas fuera de sus hogares, lo hagan con responsabilidad.
Y aunque parezca reiterativo, llamar, principalmente a los motoristas, a ser responsables, a no abusar de la velocidad, no conducir alcoholizado, con un solo propósito: preservar su vida y la de los demás.