Opinión

SOS de los trabajadores agrícolas

Es bueno escuchar a final de temporada de cada ciclo de cultivo que han alcanzado o pasado las metas de producción y que exportaron determinadas toneladas de azúcar, melones y sandías, café, camarón, etc., y que la producción de granos básicos será abundante para garantizar la soberanía y seguridad alimentaria del pueblo hondureño.

Pero lo extraordinario e inaudito es que se olvidan de honrar a los trabajadores agrícolas. Sin duda, los trabajadores agrícolas son la base primordial de los diferentes proyectos agrícolas del país; ellos nos brindan con el trabajo de sus manos los alimentos en nuestras mesas y son factor de la producción que engrandecen la riqueza del país y contribuyen a fortalecer el PIB nacional e ingresos de las empresas.

Los trabajadores agrícolas carecen de un sistema de seguridad social efectivo. El hecho de que las grandes empresas agrícolas brinden el servicio médico de emergencias y de pequeñas prácticas, al igual que suministrar medicamentos para tratar gripes, fiebres, dengue es de ayuda, pero no es suficiente. Los trabajadores agrícolas y sus familias deben tener acceso a un sistema de aportaciones para asegurar su retiro o construir su vivienda; tener acceso a un seguro médico, de vida y de accidente. El trabajador, el ser humano, solo con el hecho de saber que goza de un seguro, gana tranquilidad mental y eso es salud. Independiente de la temporalidad laboral del trabajador agrícola se debe buscar el mecanismo para protegerlo.

Oportuno es aprovechar esta época de temporada baja en el cultivo de la caña, café, melón y sandía, los cuales demandan gran fuerza laboral para establecer estrategias oportunas y eficaces entre las secretarias de Salud, SAG, Trabajo; las empresas y los trabajadores agrícolas.

En cuanto al consumo de drogas ilícitas y licitas, las informaciones en el campo dimensionan la ingesta en los sectores agrícola, minero, forestal, comercio, transporte, industria y servicios. Otro punto que llama la atención es que el consumo de medicamentos psicotrópicos es predominante en mujeres, más que en los hombres. Las drogas más consumidas por los trabajadores son la marihuana y la cocaína.

Es importante que las empresas, gobierno y trabajadores se involucren en la prevención del uso de drogas, y para lograr buenos resultados se debe aplicar programas sistemáticos e integrales que permitan fortalecer conductas y hábitos que mantengan a las personas alejadas del consumo. Asimismo, los planes deben ser estructurados con la participación de las diferentes jerarquías de la estructura empresarial, como ejecutivos, trabajadores, representantes del sindicato, entre otros. El hecho de que las personas pasen en los lugares de trabajo gran parte de su jornada ofrece oportunidades para generar acciones de tipo preventivo en temas que afectan directamente a las personas y a su productividad.

Infelizmente, los trabajadores agrícolas de Honduras están desprotegidos por las empresas donde dan su fuerza laboral y por el gobierno y hasta por sus mismos dirigentes gremiales. Urge, entonces, prestar atención a este sector social; ellos viven en constante riesgo: insolación, ingieren agua no potable, son afectados por la (ECR) Enfermedad Crónica Renal, Enfermedad Pulmonar Crónica, exposición a agroquímicos, accidentes, drogadicción (consumo de marihuana y cocaína), alcoholismo, sida, irrespeto a la dignidad humana; no basta que tengan aumento del salario mínimo, es vital que tengan, repito, un sistema de seguridad social. Lo mismo sucede con los trabajadores independientes, mecánicos, zapateros, albañiles, taxistas, y otros, se encuentran desprotegidos.

Es tiempo que el daño irreversible al medio ambiente y a la humanidad que las empresas han causado se pague, retribuyéndole al trabajador agrícola y a su familia un verdadero sistema de seguridad social, con acceso a seguros de vida, de accidente y garantizarle un retiro digno.

Es tiempo de respetar y blindar la dignidad del trabajador agrícola.

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